Ya han pasado 5 meses desde las últimas elecciones sindicales en General Motors España, y en la “gran familia” todo va bien.
Para la empresa (lanzamiento de dos modelos de coches en tiempo record) y “representantes sindicales”, sus sillones y sus privilegios continúan a buen recaudo y viva la paz social.
La realidad que se vive en General Motors es la que se sufre día a día en los puestos de trabajo: operaciones más saturadas, menos tiempos y menos trabajadores.
Lo que conlleva mas estrés, ataques de ansiedad, accidentes y más dolores en nuestra persona. No se debe permitir que amasen su fortuna con nuestra salud.
Ningún trabajador de Opel España tendría que estar en puestos duros o en cadena de montaje a partir de los 50 años, habría que reubicarlos en puestos más factibles. Ante esa realidad lo lógico es que el médico especialista recomendara el cambio de puesto inmediato. Pero la realidad que tenemos es que la prioridad no eres tú ni tu salud, si no el beneficio de la General Motors. Por tanto la reivindicación pasa por reducir la saturación y los ritmos de trabajo si no queremos acabar inválidos antes de los 50 años.
Su objetivo es eliminar puestos de trabajo, en vez de reforzarlos. Han acrecentado los equipos de “mejora continua” (KAIZEN), para destruir y empeorar las operaciones, ¿“mejora” para quién?, mientras en la gran colmena cada día hay menos abejas obreras y más zánganos.
Mientras los sindicalistas de turno (las mismas caras de siempre en diferente orden) se pasean por la fábrica sin poner remedio a nada, “NO HAY NADA QUE HACER” dicen.. entonces ¿para qué han servido las elecciones sindicales?
El sistema vigente que hay de liberados sindicales, tras tres décadas de pruebas, está totalmente vaciado de lucha y de reivindicaciones. Vemos que no sirve para nada para la clase trabajadora y que si sirve a los liberados que entran dentro de una casta porque ya tienen más derechos que los demás compañeros y compañeras.
No les interesa la lucha sindical si no recaudar votos, más votos más subvenciones.
Cuando se delega la lucha, la lucha muere. El delegacionismo está haciendo mucho daño en la conciencia de los trabajadores y en la capacidad de organizarse y luchar. Este es el gran fallo que tienen los trabajadores que terminan delegando su propia responsabilidad en los comités de empresa. Con la participación en los comités de empresa para nada se tiene ningún tipo de implicación real en los conflictos sindicales, en parte por miedo a represalias y en parte porque no se conoce que organizandose de forma horizontal se tiene más fuerza que un comité de empresa, que al fin y al cabo es un brazo externo de la empresa y depende de ella.
La CNT es un sindicato de base, asambleario y autogestionado, la toma de decisiones parte siempre desde la base, horizontal de abajo hacia arriba. La CNT no depende de nadie, ni de ninguna subvención.
La CNT es un sindicato para luchar. La CNT hace otra forma de sindicalismo, porque con el actual modelo de delegar en comités pasan los años y vemos que no sirve. Por lo tanto lo real y lo inteligente es un modelo sindical donde nadie decide por ti para conseguir objetivos y por otro lado ya es hora de mandarlos ¡¡A LA MIERDA!!
Ante tanto sindicalismo de mansos es hora de plantearse la alternativa de la CNT.
Que te engañen una vez es posible, que te engañen dos tiene su dificultad, pero que te engañen tres veces o más es para que te lo empieces a mirar.
SI LUCHAS PUEDES PERDER, SI NO LUCHAS ESTAS PERDIDO.
SI NADIE TRABAJA POR TI, QUE NADIE DECIDA POR TI.