No hay planeta B, o lo que es lo mismo, no hay plan B para el planeta. A estas alturas del siglo XXI, y a la vista de las evidencias científicas, el cambio climático es incuestionable y pone en grave peligro el futuro del planeta y de la propia humanidad.
Y hablando con franqueza, todas sabemos que esta situación de urgencia climática es producto evidente del sistema de producción capitalista, que arrasa con todo lo que encuentra, incluido el medio ambiente, para acrecentar sus beneficios económicos. La codicia de los más ricos no tiene ni límites ni escrúpulos.
La lucha contra el cambio climático se ha convertido en una cuestión de supervivencia. Y si hemos identificado al sistema capitalista como la causa principal del mismo, la lucha contra el capitalismo debe ser una prioridad para todas aquellas personas que sueñen con la “utopía” de vivir en armonía con la naturaleza y poder legar un mundo mejor a las próximas generaciones.
Tengamos también en cuenta que, a raíz de los últimos procesos electorales, los negacionistas del cambio climático de la extrema derecha han entrado a parasitar multitud de instituciones de nuestra imperfecta y corrupta monarquía parlamentaria, por lo que se hace más necesario que nunca seguir defendiendo nuestros derechos y libertades en las calles de pueblos y ciudades. Recordemos nuestro viejo pero aún vigente eslogan: “la lucha está en la calle y no en el parlamento”.
Con esta breve reflexión inicial os presentamos un nuevo número del Extremadura Libre, el n.º 34. Una nueva apuesta por el periodismo sindical en formato papel, rara avis en los tiempos digitales que corren y siempre en permanente peligro de extinción.
Por último, expresar nuestro más profundo agradecimiento a todas las personas que nos apoyan y nos leen. ¡Salud y anarcosindicalismo!