La música del mundo es una lágrima
de viento malherido en los alambres.
La noche y su jirón de estrella y sueños.
La vida agazapada tras la hambruna.
La lira de países de oro y plata
se oxida con la sangre del anhelo.
Guitarras con guadaña dan acordes
de miedo, sufrimiento y abandono.
El mundo canta a coro sus miserias
en los anfiteatros de alambradas.
Se oyen ruidos en la noche…
Gritos y disparos a la luna…
Lamentos, oración y peticiones…
Y ese viento aullando de tristeza.