CNT marchó entre centenares de personas dentro del Bloc Unitari
Anticapitalista, que se consolida como referente de la lucha obrera en
la ciudad de Valencia
Algo está cambiando durante los últimos años en las manifestaciones
del 1 de mayo. Las festivas procesiones seguidas de los discursos del
autobombo y la retórica vacía de CCOO y UGT apenas encuentran
seguimiento entre la clase trabajadora. Después de tolerar las más
sangrantes reformas laborales, de firmar numerosos ERES o de ser
investigados por varios casos de corrupción, su credibilidad ha caído en
picado. Todo esto llevaba CNT avisándolo desde los pactos de la
Moncloa. Dar entrada al delegacionismo, a las subvenciones y a la figura
del liberado/a sindical suponía que los sindicatos se iban a infestar
de estómagos agradecidos a gobierno y patronal, con el poder de decidir
contra la trabajadora, contra el trabajador. ¿Cuántos años se ha acusado
a CNT de estar dividiendo al sindicalismo mientras eran ellos quienes
lo destruían por dentro?
Hoy vemos que, mientras CCOO y UGT sufren el rechazo mayoritario de
la clase obrera, cada vez más gente se afilia a la CNT para luchar por
sus derechos desde la autogestión, el asamblearismo, el apoyo mutuo y la
acción directa. Esto se vio reflejado también el pasado 1 de mayo en
una manifestación del Bloc Unitari Anticapitalista -a la que se
adhirieron otros colectivos como las Juventudes Libertarias- en la que
más de mil personas corearon consignas de lucha de clases y abiertamente
anticapitalistas, algo a lo que CCOO y UGT renunciaron hace ya
demasiado tiempo. También se percibió en un concurrido discurso en la
Plaza del Patriarca en el que, además del manifiesto del Bloc Unitari
Anticapitalista, se leyeron los que habían mandado los compañeros y
compañeras en huelga de Panrico y de la enseñanza en Baleares, huelgas
de las de verdad y no las pantomimas de un día que convocan los
sindicatos vendidos al poder.
El único hecho a lamentar durante la jornada fue el afán de
protagonismo de Intersindical Valenciana, que había quedado atrás al
posicionarse todos los sindicatos en la Plaza de San Agustín -donde se
iniciaban las diferentes marchas- y que decidió abrirse paso con malas
formas y empujones a través del Bloc Unitari Anticapitalista sin querer
atender a razones.
Compañeras y compañeros de la clase trabajadora, hemos de aprovechar
este momento en el que a tanta gente se le ha caído ya la venda de los
ojos y ha comprendido que el pactismo con gobiernos y patronal no ha
traído más que un reguero de miseria y sufrimiento para quienes han
estado generando la riqueza que ellos se reparten a manos llenas.
Compañeros y compañeras de la clase trabajadora, este es nuestro momento
de organizarnos y luchar por acabar con el desempleo forzoso y con la
explotación. Que nadie más vuelva a decidir por nosotras ni por
nosotros.
¡Todo el poder para las asambleas!
¡Unión! ¡Acción! ¡Autogestión!