Una suspensión de pagos manda al garete los derechos de los trabajadores de Onis Comunicación

El conflicto laboral queda en manos de los tribunales una vez que el Estado ha vuelto a echar un cable a la delincuencia patronal.

La ley parece que ampara más al empresario sin escrúpulos y especulador que a los trabajadores. El pasado 10 de marzo se admitió en el Juzgado 2 de lo Mercantil de la Comunidad de Madrid el Concurso Voluntario de Acreedores (suspensión de pagos) que los empresarios de Onis Comunicación habían presentado el 11 de noviembre del 2008 con la intención de no pagar las muchas deudas contraídas con “proveedores” y, sobre todo, con los trabajadores asalariados y los colaboradores. Meses después, el 15 de enero de 2008, presentaron un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para rescindir los contratos de 21 de los casi 30 trabajadores de la empresa. El ERE ahora se supedita a lo que se decida en el Juzgado de lo Mercantil pasando los trabajadores asalariados a depender de lo que se consiga a través del Fondo de Garantía Salarial. En todos estos meses no hubo posibilidad alguna de negociar los derechos laborales o la viabilidad de la empresa ya que los empresarios, a través de su abogado representante, la única opción que dieron fue la de que se “protestara a Zapatero”.

Onis Comunicación es empresa participada por los empresarios José Velasco, presidente, entre otras muchas sociedades, de la solvente Zebra Producciones y por Juan Pescador y Agustín Valladolid, dueños entre otras de Gestión de Rodajes Visuales (GESROVI). Los empresarios formaron Onis con intercambio accionarial de sus sociedades Iniciativas Digitales y Gestión de Rodajes Visuales. Contra las tres sociedades se han puesto demandas de reconocimiento de deuda y derechos. Ni los empresarios ni sus representantes han acudido a ninguna de las conciliaciones, lo que da la catadura moral de los citados empresarios, ampliamente demostrada en todas sus empresas, en las que se ignoran los más elementales derechos laborales. Las deudas que han dejado en Onis Comunicación son millonarias y, hasta el momento, no se han podido rescindir los contratos, por lo que los trabajadores llevan desde el mes de noviembre de 2008 sin cobrar y no se han podido acoger al seguro de desempleo.

La táctica de estos empresarios no ha hecho más que demostrar el funcionamiento de la economía especulativa. Las revistas del grupo que se fueron cerrando no eran deficitarias y podrían haberse salvado. La que era más que deficitaria era la gestión. Al estar las cabeceras a nombres de otras empresas, aunque los empresarios sean los mismos, no será raro que vuelvan a intentar ponerlas en circulación cuando salgan de este atolladero judicial que se ha llevado por delante el honrado y desmedido trabajo de los empleados de Onis Comunicación.

Sindicato de Artes Gráficas, Comunicación y Espectáculos de Madrid

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