El sindicato CNT ha presentado un informe donde denuncia un incumplimiento “sistemático” de la legislación laboral en el sector de la limpieza en Cataluña. Entre otras cosas, han detectado un abuso de la jornada parcial, que hace que los trabajadores “no tengan vida más allá del trabajo”; tampoco se está implantando el registro de la jornada, lo que dificulta su cumplimiento; no se pagan los desplazamientos y las horas extra; o, por ejemplo, el “nulo control” de los servicios de limpieza externalizados por el sector público. A todo esto, añaden, se le suman “actitudes racistas y machistas” en un sector con una “baja valoración social” y que da trabajo a colectivos como el de personas migrantes “en situaciones vulnerables” y de los que muchas empresas de aprovechan.
Desde la CNT se quiere que el informe sea el inicio de una campaña para “poner remedio” a todos los incumplimientos detectados en un sector que ocupa más de 100.000 personas en Cataluña.
“Es un problema de todo el sector. No es que hayan algunas manzanas pudridas al cesto, es que todo el cesto está pudrido”, ha asegurado Xavier Abante, uno de los autores del informe y secretario de acción sindical de la CNT Sabadell.
Para revertir la situación, uno de los objetivos es “dotar de herramientas” a los trabajadores para que puedan defender sus derechos laborales y dar una respuesta “colectiva” a problemas individuales. Aquí, han recordado que el sector tiene una muy baja sindicación y una total carencia de organización porque, siguiendo una estrategia “muy definida”, las empresas los hacen trabajar solos “porque no se encuentren y no puedan organizarse”.
El abuso de la jornada parcial “por sistema” es uno de los incumplimientos más generalizados que han detectado. Esto hace que los trabajadores “no tengan vida más allá del trabajo” porque los pueden avisar para trabajar en cualquier franja y que acaben haciendo muchas más horas de las que figuran en su contrato. Horas, han comprobado, que en muchos casos se pagan por debajo del que marca el convenio.
También es generalizado que no se registre la jornada, a pesar de que es obligatorio desde hace unos años, para que así “no quede constancia de las horas que hacen y no puedan reclamar cuando, por ejemplo, no se los pagan todas las horas extra”.
Tampoco se respeta la legalidad en la hora de pagar los desplazamientos o que formen parte de la jornada laboral. Un agravio que sufren especialmente las limpiadoras, profesionales que tienen que moverse durante todo el día para hacer su trabajo.
Al informe queda reflejado que, a pesar de que el sector público está externalizando sistemáticamente la limpieza de sus edificios, no hace seguimiento de las empresas que los prestan para que respeten los derechos de sus trabajadores. Aquí, han criticado que las adjudicaciones se hagan por precio y que la rebaja en el precio de los concursos lo acaben pagando los trabajadores en forma de precariedad y sueldos bajos. “La administración paga y no se preocupa de nada más y esto no puede ser”, han apuntado.
Sobre peligrosidad y riesgos laborales, los responsables del informe aseguran que el convenio colectivo del sector no reconoce el subsector de la limpieza industrial más allá de la existencia de un plus de toxicidad, peligrosidad y *penositat que muchas empresas no aplican. Aquí, han recordado que no es el mismo limpiar una oficina que unos altos hornos y que por lo tanto un mismo convenio no lo puede regular todo.
A todo esto, han lamentado, se añaden conductas vejatorias, machistas y racistas “por sistema” a un colectivo de trabajadores muchas veces “vulnerable” que no se puede permitir protestar por miedo a perder el trabajo.
Sobre los machismo al sector aseguran que en pleno siglo XXI todavía es habitual que muchos empresarios vean el salario de la mujer como “complementario” en la economía familiar y que utilicen esta excusa para justificar que se los pague menos del que los corresponde.
Ante este escenario, el sindicato reclama que se fomente la formación al sector, un aumento de los salarios, más vigilancia de la Inspección de Trabajo, restricción de la subcontratación y la externalización de la limpieza y medidas en el ámbito social.
