COLUMNISTAS | ENRIQUE HOZ
Resumo rápidamente y sin grandes detalles porque no dispongo
de mucho espacio, aunque por escribir precisamente eso, “no dispongo de mucho
espacio”, ya estoy consumiendo parte de ese espacio… si es que la vida es un
mar de paradojas.
Según la reforma laboral pepera, el pasado 7 de Julio
expiraba el plazo concedido a los convenios que no se habían renovado, es
decir, la llamada ultraactividad se iba al garete. En el Estado Bananero
Español el término ultraactividad se refiere a esa característica según la cual
los convenios, una vez que finaliza su tiempo de vigencia, mantienen su
aplicación general hasta que se firme un nuevo convenio. Antes de la reforma,
se consideraba que la ultraactividad se mantenía sin más o quedaba reflejada en
el texto del propio convenio, pero con la reforma fue reducida a un año.
La situación creada dejaba una especie de vacío jurídico en
el Convenio del Metal de Bizkaia ya que éste era de eficacia limitada, cuya
vigencia ha sido de 2008 a 2011, y CCOO optó por llevar el caso a los
tribunales. Recientemente, el Juzgado de lo Social nº 9 de Bilbao ha emitido
sentencia ratificando la ultraactividad del convenio, señalando que al ser un
convenio de eficacia limitada, es decir, extraestatutario, no le es aplicable
las reglas de ultraactividad del Estatuto de los Trabajadores, ni de su
artículo 86, manteniéndose las condiciones laborales del convenio hasta que se
firme otro.
Cebek, la Patronal vizcaína, está que bufa, al comprobar que
puede haber jueces que, “en base a
cuestiones constitucionales”, consideren otros derechos “prevalentes” respecto a lo que
establece la reforma, “confiando en la
ultraactividad de un convenio a pesar de que el legislador dice que esa
ultraactividad ya no existe”. La Federación Vizcaína de Empresas del Metal
(FVEM) ha anunciado que recurrirá la sentencia al no estar de acuerdo con su
contenido.
Tarde o temprano este tipo de “conflictividad jurídica”
llegará al Tribunal Supremo que tendrá que sentar doctrina ya que a diferentes
patronales las cosas no les están saliendo como esperaban, dando por sentado
que iban a olvidarse de los convenios colectivos.