A principios de esta semana las trabajadoras y trabajadores de las diferentes empresas que forman EDE Taldea hemos recibido un correo electrónico de la empresa con una felicitación de Navidad cuyo lema era: Pertsonak xede (lo que podría traducirse algo así como como “Nuestro objetivo las personas”).
El trato que esta entidad, que se define como social, da a sus trabajadoras y trabajadores, y especialmente a aquellas personas que se organizan para defender sus derechos, deja muy claro que las personas estamos muy lejos de ser el objetivo de esta organización.
Así, y a modo de ejemplo, a continuación se recoge el trato recibido por diferentes compañeras y compañeros de EDE Taldea en los últimos años:
- Caso de un compañero que realizaba actividad sindical, y es despedido por medio de burofax estando de baja laboral. Este despido fue declarado posteriormente improcedente en los juzgados.
- Compañeras despedidas mientras disfrutaban de reducción de jornada por guarda legal para el cuidado de menores a su cargo, a pesar del discurso feminista que difunde la entidad.
- Las compañeras de los comités de empresa que fueron insultadas y acosadas en el transcurso de procesos de negociación habidos y que finalmente, decidieron abandonar su actividad sindical por no querer o no poder aguantar este trato.
- Caso de una compañera sancionada con una sanción muy grave por realizar actividad sindical y por acudir a declarar a Inspección de Trabajo en calidad de testigo. La dirección de EDE Taldea se ha visto obligada a anular esta sentencia tras perder el juicio. Esta misma sentencia sancionaba a la empresa por sancionar a esta trabajadora.
- A pesar de que la mayoría de la plantilla de ST3 Elkartea estuvo en huelga indefinida durante 5 meses en 2018 en defensa de sus puestos de trabajo, no hubo por parte de dirección ni una solo oferta de recolocación (y sus puestos son cubiertos posteriormente a través de una subcontrata). Ni siquiera son mencionados en la Memoria de EDE Taldea de 2018.
- Inspección de Trabajo sanciona con más de 100.000 euros de multa a todas las empresas de EDE Taldea por vulnerar de manera reiterada los derechos de las y los trabajadores. Estas vulneraciones eran calificadas como “graves” o “muy graves”.
- Despido de dos representantes de los trabajadores en 2015 a causa de su actividad sindical. Fueron readmitidos posteriormente al ganar los juicios que declaraban ambos despidos nulos.
- Agresión verbal en su puesto de trabajo a una trabajadora destacada por su actividad sindical durante un proceso de negociación. Esta agresión fue permitida y apoyada por su coordinador. Este hecho motivó su recolocación en un puesto externo y años después se le sigue imposibilitando su retorno a un puesto en estructura. Por otra parte, tanto la persona que cometió la agresión como el coordinador que la permitió no han sufrido ninguna consecuencia por ello.
- Compañeras de baja por presiones de la empresa y por el trabajo recibido en sus puestos de trabajo. Sin ninguna respuesta de cuidados por parte de la entidad.
- El intento unilateral e ilegal de la dirección de EDE Taldea, y paralizado en los juzgados por los sindicatos, de que las trabajadoras de EDE Taldea trabajásemos 60 horas más al año de manera gratuita.
- Personas que “han recibido toques” por acudir a concentraciones en apoyo a compañeras.
- Compañeras que han visto limitado su desarrollo profesional por no compartir la manera en que se gestiona la entidad y algunas de sus decisiones
- Personas de largo recorrido y peso en la entidad que la han abandonado por no poder compartir la deriva del proyecto.
¿Su objetivo las personas? ¿En serio?
Pertsonak xede? Benetan?
