La federación local de sindicatos de Madrid de la CNT-AIT, junto a compañeras solidarias, reparte cerca de 2000 octavillas en el edificio Montepríncipe de Isban en Boadilla del Monte, una de las sedes principales de la empresa de servicios informáticos del grupo Santander. Es en esta empresa donde surgió el conflicto a finales de agosto. Isban despidió al delegado de la CNT, en cuanto conoció su filiación sindical y las exigencias de la asamblea de trabajadores.
El grupo Santander oculta una red mafiosa de contratación ilegal en la que reina la precariedad y el miedo al despido. La cesión ilegal de trabajadores, delito castigado con hasta seis meses de prisión en el estado español, afecta a más de 10.000 trabajadoras en todos los países donde el banco y sus empresas satélite mantienen oficinas.
Trabajadores organizados entre iguales en la sección sindical de la CNT en Isban, empresa de servicios informáticos propiedad del grupo Santander, denuncian este atropello tanto pública como judicialmente desde el pasado mes de agosto.
La acomodada directiva del banco no se pronuncia al respecto y despide al delegado de la sección sindical, trabajador precario que es enviado de vuelta a la empresa «cárnica» de origen. Este despido es camuflado como un «cambio de proyecto» en la empresa Panel Sistemas, una de las decenas de empresas que participan en el tráfico de trabajadores cediendo a sus empleados al banco.
Pretenden callar a las trabajadoras revoltosas mediante la represión, vulnerando sin pudor la libertad sindical al despedir al delegado de la sección. El miedo es generalizado entre los trabajadores de Isban y el grupo Santander, pues temen ser despedidos al instante y sin indemnización al no estar reconocidos oficialmente como personal del grupo Santander.
Esto facilita la aceptación de jornadas de trabajo surrealistas, horas extra y desplazamientos obligatorios, horarios y calendario laboral a medida, categorías y sueldos por debajo de las funciones desempeñadas e infinidad de tropelías más.
Recientemente se han producido cientos de despidos irregulares en todo el grupo Santander, enmarcados en lo que los trabajadores han denunciado como ERE encubierto.
Los servicios informáticos de las oficinas de CSA Isban y Santander Backoffices (SBGM) han visto su personal reducido en porcentajes de hasta el 50% en pocos meses. Además, los elegidos para abandonar el banco han sido los trabajadores menos rentanbles y más desprotegidos. El personal externo (trabajadores ilegalmente cedidos), las madres con jornada reducida y los trabajadores desplazados en el extranjero han sido los objetivos preferidos para el recorte. Con la connivencia de gobierno y sindicatos amarillos, la destrucción masiva de empleo le sale prácticamente gratis al Santander.
Y todo ello pese a que el grupo Santander no sólo no tiene pérdidas, sino que ha obtenido unos beneficios de 2.255 millones de euros en los seis primeros meses de 2013, casi un 30% más que en el mismo período de 2012. Una actitud tremendamente hipócrita que choca con la imagen publicitaria del grupo donde se precian de levantar el país gracias a la confianza en las personas y el futuro. Se referirán al futuro de las personas millonarias que nos dirigen al paro y la miseria.
No es la primera vez que los métodos tiránicos del multimillonario Emilio Botín son denunciados, pero hasta ahora no se ha hecho justicia. En 2008 el Tribunal Supremo archivó por defectos en el proceso la causa contra Botín y otros directivos del banco por la compra irregular de Banesto. En 2012 la Audencia Nacional archivó el famoso caso de las cuentas suizas después de que la familia Botín desembolsara 200 millones de euros para «regularizar la situación».
Recientemente se han destapado nuevas barbaridades cometidas por este gigante multinacional, como el fomento de las hipotecas basura que provocaron la crisis económica actual. La entidad de crédito UCI, perteneciente al Grupo Santander, concedió durante años préstamos imposibles de pagar. No estábamos viviendo por encima de nuestras posibilidades, el banco estaba hipotecándonos por encima de nuestras posibilidades: para después aprovecharse de los impagos embargando y desahuciando a los más desprotegidos.
Es curioso que a principios de 2008, cuando la palabra crisis aún no estaba en boca de todos, el Santander vendiera prácticamente todas sus propiedades inmobiliarias. Incluso la lujosa ciudad financiera de Boadilla del Monte, sede del banco con más de 160 hectáreas de oficinas, hoteles y hasta un campo de golf, fue vendida y se mantiene alquilada desde entonces. Los directivos de Botín sabían lo que habían provocado y protegían sus intereses vendiendo a buen precio antes del estallido de la burbuja.
Otros embargos han contribuido al crecimiento del patrimonio del grupo empresarial. Mientras duraba el auge del ladrillo, el banco concedía préstamos millonarios a las empresas constructoras, algunas de ellas implicadas en el caso Malaya de corrupción urbanística.
Tras la caída de las constructoras, el banco embargó sus propiedades, que son hoy colocadas a la nueva generación de «primos» que contratan sus hipotecas.
Otros caso sonado es el cobro de intereses abusivos a estudiantes universitarios a través de las cuentas del Banco Santander, que son contratadas automáticamente al matricularse en las universidades con convenios con el grupo. Una vez más el Santander usa su posición de poder para sangrar al pueblo que lo ha hecho millonario.
El pasado martes 17 de agosto de 2013 se hizo público el nombramiento de Rodrigo Rato como asesor internacional del Santander. El ex-ministro Rato ya se incorporó al consejo asesor internacional del Santander en 2008. Allí se mantuvo hasta que accedió a la presidencia de Caja Madrid (Bankia) en 2010. Rodrigo Rato dimitió como presidente de Bankia tras haber presentado un plan para la entidad que fue rechazado por el gobierno, donde se exponía que la entidad tendría que recibir unos 6.000 millones de euros de dinero público para su rescate.
Bankia anunció beneficios de 309 millones de euros en 2011, que tras el abandono de Rato resultaron ser 3.000 millones de euros de pérdidas. En julio de 2012 Rato fue citado para declarar como imputado por la Audiencia Nacional por la gestión de Bankia al exdiputado madrileño Jorge Gómez (PSOE), el exconcejal de la capital José María de la Riva (PSOE), José Antonio Moral Santín (IU), Francisco Baquero y Pedro Bedia (CC.OO.) entre otros.
El 4 de enero de 2013, Rodrigo Rato se incorpora al Consejo de asesores de Telefónica y ahora vuelve fiel al barco de botín para seguir disfrutando del sistema de «puerta giratoria» tan extendido en el país, que permite que políticos y empresarios intercambien su papel periódicamente manteniéndose en el poder.
Por si fuera poco, El banco Santander tiene acciones en fondos de inversión de empresas de armas controvertidas por un valor de 96,72 millones de euros. El producto de esta financiación es armamento militar de alta tecnología como tanques Leopard, misiles nucleares M45, M51, ASMP, ICBM y Minuteman, submarinos nucleares Trident y Ohio, uranio de munición para los tanques Challenger2 y CHARM3, armas de mano, munición de racimo… Su dinero está manchado con la sangre de las guerras que sacuden nuestro planeta.
En esta línea anti-obrera, los intereses del Santander chocan ahora con los de los trabajadores organizados entre iguales. El despido del delegado de la Confederación Nacional del Trabajo en Isban ha supuesto el detonante de la rápida escalada del conflicto, pues la vulneración de la libertad sindical no va a ser tolerada aquí ni en ningun sitio.
El mundo entero va a enterarse de los trapos sucios de la familia Botín y el Grupo Santander. Nosotras nunca nos rendimos y no van a conseguir callarnos con sus sobornos y su represión.
SOLIDARIDAD CONTRA EL GRUPO SANTANDER – ISBAN.
POR EL FIN DE LA CESIÓN DE TRABAJADORES.
READMISIÓN COMPAÑERO DESPEDIDO.
1 de octubre: Día de acción internacional contra el grupo Santander.
Sección de Telecomunicaciones y Servicios Informáticos
CNT-AIT Madrid
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