[SOV-Madrid] Los trabajadores frente al proceso de cosificación

Cosificar: Convertir algo en cosa. 2. Considerar como cosa algo que no lo es, por ejemplo, una persona.

Así es como el diccionario de la Real Academia de la
Lengua Española definió, en su vigésima primera edición, el término
cosificar.


 

Dicho término ha sido, y sigue siendo, utilizado tanto por
antropólogos como por sociólogos para definir una de las características
del capitalismo, la cosificación de los trabajadores. La necesidad de
convertir en objetos a las personas, de tal forma que se las pueda medir
cuantitativamente y no cualitativamente. Como ya expresó uno de los
fundadores de la teoría sociológica clásica, George Simmel, en su obra
La Filosofía del Dinero, «la tendencia a reducir el valor del hombre a
una expresión monetaría» (Simmel, 1907/1978:356). Una vez que un
trabajador se ha convertido en objeto, las empresas son capaces de
cuantificarlo y reducirlo a un mero valor monetario. ¿Cuánto vale un
analista?, ¿cuánto vale un programador?, ¿cuánto vale un ingeniero de
telecomunicaciones?, etc.

Es de esta manera como un trabajador se convierte en un recurso con
mayor o menor valor, dependiendo de las necesidades del mercado laboral y
en el caso de no tener ningún valor o no existir mercado laboral para
tales recursos, formará parte de lo que en su día definió Karl Marx como
el ejército de reserva de desempleados. Ejército que actualmente cuenta
con casi seis millones de personas.

Una vez que los trabajadores admiten y permiten, por su falta de
organización, que los empresarios los equiparen a simple maquinaria,
estos podrán ser explotados al antojo y deseo de sus patronos. Es el
empresario el que decide el tiempo de la jornada laboral, salario,
vacaciones (en el caso de que tenga derecho a ellas), etc. Para empresas
como Software AG, CapGemini, Everis, Gesein, Indra, Abertis, ENTEL, y
demás; términos como puedan ser contrato laboral, convenio colectivo,
estatuto de los trabajadores, no son obstáculo para ejercer la presión y
coerción que sea necesaria para que sus trabajadores, o mejor dicho sus
recursos, realicen jornadas laborales por encima de las horas
estipuladas o para denegar solicitudes de vacaciones en caso de que
éstas perjudiquen los objetivos de la empresa, o para reducirles el
sueldo en caso de que tengan que presentar beneficios a la junta de
accionistas, y en el peor de los casos prescindir de tales recursos si
estos se convierten en cargas económicas o se conviertan simplemente en
maquinaria anticuada, algo que en el sector de las tecnologías es
bastante factible.

Una vez que el trabajador es cosificado, sus valores personales
desaparecen, ya que lo único que interesa al empresario es la utilidad y
el beneficio económico que puede obtener a través de su explotación
laboral. Ya no importa el cuidado familiar, el tiempo de ocio, el
descanso adecuado y necesario, la salud (tanto física como mental), etc.
Los empresarios no pueden dar valor a estas necesidades básicas ya que
en caso de admitirlas obstaculizarían el objetivo principal de toda
empresa, obtener capital.

Los trabajadores del sector de las tecnologías, no pueden presumir de
su organización sindical. La mayoría de empresas que cuenta con
representación sindical lo hace a través de los denominados comités de
empresa, organizaciones verticales que se convierten más en un obstáculo
para los trabajadores que en un aliado, aparte de que al empresario le
otorga una herramienta más para poder expandir su autoridad, ya que al
tratarse de una organización vertical sólo se tiene que enfrentar a unos
pocos «elegidos», en vez de tener que enfrentarse a la presión ejercida
por toda la plantilla. Lo que probablemente produciría muchos más
quebraderos de cabeza al patrón y mejores condiciones laborales a los
trabajadores.

Desde la Sección de Telecomunicaciones y Servicios Informáticos de la
Federación Local de Madrid de CNT-AIT, hacemos un llamamiento a todas
las trabajadoras y trabajadores del sector de las tecnologías, para que
en estos momentos de flagrante pérdida de derechos laborales se
organicen de forma horizontal en sus empresas, a través de secciones
sindicales, tomando acuerdos entre iguales en asamblea, de forma que
podamos contrarrestar el continuo y creciente ataque a la clase
trabajadora tanto por parte de los empresarios como de sus herramientas
de coerción, partidos políticos y sindicatos verticales.

CNT-AIT SIN SUBVENCIONES, SIN LIBERADOS.

Sección de Telecomunicaciones y Servicios Informáticos de la CNT-AIT

informaticamadrid.cnt.es

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