Habiendo finalizado ya los procesos de Evaluación del Desempeño y Concertación de Objetivos, nos encontramos un año más con la congelación de nuestro sueldo y del IPC aplicado a nuestra nómina (que en marzo de 2.013 alcanzó un valor interanual del 2,4%)
A un salario que ya de por sí resulta maltrecho se suma la eterna contención de sueldos que practica esta empresa y una coyuntura de crisis creada por el capitalismo para favorecer a los que más tienen. Sumando estos tres factores, nos encontramos en una situación que se está tornando en crítica debido a la disminución drástica de nuestro «poder adquisitivo» y a la inestabilidad que ello está generando entre todos los trabajadores y trabajadoras de esta empresa.
Las pésimas noticias que nos hemos vuelto a encontrar este año en nuestra nómina se producen, para mas inri y afrenta, meses después de una Memoria Anual de 2.012 con unos buenos resultados. Resulta entonces curioso, o mejor dicho irritante, que la excusa para la contención salarial haya sido que «las cosas van mal». Y entonces es cuando los trabajadores nos planteamos que o la Memoria fue un timo de ingeniería financiera o las razones para la congelación son mentira.
En esa Memoria nos encontramos que las ventas han crecido un 9%, llegando a los 2.941.000.000€ (si, dos mil novecientos cuarenta y un millones de euros), con una cartera de pedidos (es decir, los pedidos que ya han entrado pero que todavía no se han vendido) de 3.470.000.000€. El beneficio que ha obtenido la compañia antes de intereses e impuestos fue de 217.000.000€ y el resultado atribuible (que es el beneficio de la empresa contando con las participaciones que tiene en otras compañías) asciende a 132.700.000€. Resumiendo, más contratación, más ventas y continuación de los números negros en la casilla «beneficio».
Y entonces, ¿por qué nos dicen que «las cosas van mal»?¿por qué la congelación salarial y del IPC es norma imperativa en Indra haya más o menos beneficios?¿por qué, con estos beneficios, los trabajadores no vemos mejoradas otras facetas tales como la formación, el entorno laboral o las ayudas?
De lo que se trata en realidad es de un robo a los trabajadores, que es en lo que se basa este sistema capitalista y, por ende, esta empresa. Si la empresa sigue ganando dinero y a nosotros no nos suben el sueldo, ¿dónde va toda esa bolsa financiera? He ahí el quid de todo esto.
Pues bien, si nuestro sueldo se mantiene congelado, si ni siquiera tenemos una actualización del IPC, es precisamente por eso, porque del resultado de nuestra producción, del resultado de nuestro esfuerzo, se beneficia una «casta» de directivos. Si no hay una subida de sueldo para los trabajadores, algo que resultaría del todo factible viendo los beneficios obtenidos por Indra en 2.012, es porque la brecha que existe entre nuestros salarios y los de esta «casta» es inmensa. Sus pluses por objetivo, sus pluses por consecución de contrato y su porcentaje de subida anual, por poco que sea, anula completamente nuestra posibilidad de mejora económica. Y esto es así porque sus sueldos son astronómicos y no son capaces de reducirlos para que esta brecha sea cada vez menor. Basta ojear los periódicos de marzo para ver qué condiciones económicas se han aplicado al finiquito de Regino Moranchel o cuál es el aumento de sueldo del Consejo de Administración.
Al fin y al cabo, como ya hemos dicho antes, esto es capitalismo: los de arriba se aprovechan de los de abajo y su beneficio resulta nuestro perjuicio. Ellos defienden sus puestos de privilegio con mentiras, ejerciendo la extorsión y el miedo de los despidos y EREs y nosotros…¿cómo defendemos nuestros derechos?
La realidad es que en Indra los trabajadores nos estamos dejando robar, estamos agachando la cabeza y mirando a otro lado, con nuestra única reacción «valiente» de quejarnos entre nosotros a la hora del café o dirigirnos en tono agrio a nuestro responsable cuando nos presenta aquello de «las cosas van mal». Los trabajadores no estamos organizados, no contestamos a estos abusos, así que, ¿qué tienen que temer estos burócratas improductivos?
En Indra todo seguirá igual mientras los trabajadores no nos organicemos entre iguales, sin subvenciones, sin Comités de Empresa, ni liberados de ningún tipo, porque es la única herramienta que tenemos para defendernos, avanzar y crecer (y funciona). Sólo en nosotros y en nosotras está la capacidad de parar todas estas injusticias.
SIN LIBERADOS Y SIN SUBVENCIONES
SECCION DE TELECOMUNICACIONES Y SERVICIOS INFORMÁTICOS (STSI) DE LA CNT-AIT DE MADRID
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