Capgemini anunció hace unos días
acometer una modificación sustancial de las condiciones de trabajo (Art.
41 del Estatuto de los Trabajadores) de los empleados de la compañía.
Ante este ataque a los derechos de los trabajadores, estos ignoraron las
recomendaciones y propuestas de los sindicatos verticales que
constituyen la RLT (representación legal de los trabajadores) y en
asamblea acordaron acudir a una huelga indefinida en sus centros de
Barcelona y Asturias, y paros de tres días en Madrid.
Horas antes del comienzo de la huelga en Barcelona, la empresa
decidió desestimar la aplicación de estas medidas, aunque reiteraba que
es la única solución viable para la continuidad de la empresa en España.
Los afiliados de la CNT en Capgemini Madrid creemos que el poder de
la clase trabajadora está en la unidad, en la solidaridad y la
organización, hecho que una vez más se ha constatado. Sabemos que están
por venir nuevas medidas por parte de la Dirección y que serán aún más
duras, pero si se conserva este espíritu, tendremos la fuerza ante
ellos. La viabilidad de Capgemini no pasa por la reducción de los
derechos ni por anteponer los intereses de los accionistas sobre el de
los trabajadores, sino por una gestión coherente que considere a la
fuerza productiva por encima de los intereses de unos pocos.
El poder del trabajador: la organización y la solidaridad
Sin liberados y sin subvenciones, entre iguales.
