Entrevista a Olmo Calvo, fotoperiodista independiente, uno de los impulsores del proyecto No Job Land, cortometraje que pone rostro y voz a las víctimas del paro.
A. Sánchez | Periódico CNT
«Entendemos que el ejercicio de
nuestra profesión sólo es posible desde la honestidad, la rigurosidad y el
compromiso». Con estas intachables pautas definen su trabajo los periodistas
independientes Olmo Calvo, Gabriel Pecot y Eva Filgueira, realizadores del
documental No job land, que está arrasando en Internet después de que el
diario británico The Telegraph se hiciera eco de su publicación en la página
web narrative.ly.
El cortometraje de
siete minutos y medio nos acerca a la vida cotidiana de dos familias en
situación de paro.
Fernando, carpintero de 44 años, da comienzo al vídeo con un panorama asolador.
«En mi casa somos cuatro, y los cuatro en paro». Similar es el escenario para
Elsa, dependiente de 38 años, y Quique, soldador de 37, que se lamenta «ahora
mismo estoy cobrando 820 euros de paro, pero llegar no llega porque simplemente
la hipoteca serían 905 euros». Su situación les llevó a realizar, junto a la
Asamblea de Parados de Fontarrón, una acampada de protesta en el parque vallecano
del Cerro del Tío Pío, que comenzó el 11 de junio del pasado año y que fue
desalojada dos días después por las fuerzas represoras del Estado.
Entrevistamos a uno de los autores del
corto, Olmo Calvo, fotoperiodista, cofundador del periódico Diagonal y ganador
del premio Luis Valtueña de fotografía humanitaria.
Pregunta.- ¿Cómo surgió la idea?
Respuesta.- Pues un par de compañeros llevábamos
un tiempo trabajando en temas relacionados con la crisis, yo a través del
periódico Diagonal y Gabriel Pecot en temas de refugiados, protestas, el 15M y
todo lo que vino después. Un día nos reunimos para pensar de qué forma
podríamos contar la historia de una manera más profunda, ir más allá de las
protestas y las movilizaciones, que es un campo muy cubierto. A veces nos quedamos en las consecuencias y no vemos
las causas, por qué la gente protesta. Protesta por las situaciones
dramáticas de gente que lo está pasando muy mal.
P.- ¿Por qué decidisteis contactar con la Asamblea de Parados
de Fontarrón?
R.- Gabriel Pecot ya había contactado con ellos y nos
habíamos enterado de que querían hacer una acampada, aunque no sabíamos cómo
iba a ser. Él y yo hicimos el trabajo de campo y empezamos a ir a las
asambleas. Teníamos claro que la historia debía reflejar el más allá y la forma
era en base a entrevistas, estar con ellos en sus casas, en sus barrios y en su
vida cotidiana.
P.- ¿Cómo se desarrolló la acampada?
R.- No teníamos muy claro el eco que iba a tener, si se iba
a sumar más gente o cuánto iba a durar. Al final duró poco más de una semana y
no tuvo demasiada repercusión, aunque conseguimos publicarlo en eldiario.es,
Diagonal y otros medios pequeños.
P.- ¿Y después del trabajo de campo?
R.- Después llega la hora de hacer el guión, el montaje,
organizar todo el material y darle un sentido a la historia. Para eso
contactamos con Eva y ya hicimos el trabajo los tres juntos.
P.- ¿Cómo está actualmente la situación de las familias?
Con quien más sigo en contacto es con
Elsa, que, como dice en el vídeo, antes no participaba en nada asambleario y, a
raíz de la acampada y la Asamblea de Parados, empezó a hacer cosas en grupo y
ahora está muy `enganchada´. Su situación es la misma, siguen sin poder pagar
la casa, y a Quique no se sale nada estable. Hace poco estuve con Fernando y tampoco
tiene nada estable. Por ahora puede pagar la hipoteca, aunque están al límite.
Nos vemos habitualmente y les informamos de las novedades sobre el corto.
P.- ¿Cómo distribuisteis el vídeo?
R.- Quisimos darle una proyección internacional por la
dimensión que tiene el caso español, el número de parados… La verdad es que
nos fue complicado, lo ofrecimos a varios sitios y al final conseguimos que le
gustase al portal narrative.ly. A raíz de eso se hace eco el Telegraph y,
curiosamente, a partir de ahí los medios nacionales comienzan a interesarse.
Algunos ni vieron el vídeo, hablaban de un documental en el que aparecían tres
o cuatro familias. Otros lo tomaron como un ataque del Telegraph contra España,
sin importar que esté realizado por tres periodistas freelance. Luego
intentamos distribuirlo en su versión española, pero no lo quiso comprar nadie,
así que decidimos crear nojobland.com y publicarlo en abierto.
P.- ¿Qué proyectos tenéis ahora en mente?
R.- Estamos trabajando en un segundo
corto documental que trata de los suicidios relacionados con la crisis económica
en España. Para financiar el proyecto hemos lanzado una campaña de crowdfunding
a través de Internet.
