Fundada en 1910 en Barcelona, a partir de la unión de las sociedades obreras no vinculadas a las corrientes socialdemócratas, la CNT sigue fiel a los principios anarcosindicalistas, y es la única heredera en el Estado español del espíritu de la Primera Internacional.
La CNT es, hoy por hoy, el único sindicato en el Estado español totalmente independiente de directrices políticas, en el que los que deciden son los trabajadores afiliados y no un comité de profesionales del sindicalismo, que renuncia a la financiación del Estado y la Patronal para mantener su independencia económica, y que no deja las negociaciones en manos de intermediarios.