No desistas todavía
no te rindas
no abandones
no te dejes vencer
cuando te ofendan
grita fuerte
cuando te golpeen
no apagues la luz
no alimentes con tu sangre
el furor de los necios
hazles frente
escúpeles aráñales esquívales
que tu cuerpo sea
tu exclusivo templo
tu hacienda privada
tu rincón de luz
protégelo defiéndelo
dale placer
expulsa al invasor
de su dominio
no escuches a los cuerdos
sé tu propio rey
sigue tu propio camino
busca sólo en tu interior.
Será,
frente al poder,
tu más grande victoria.