Los trabajadores de RTVE estamos hartos del desprecio que sufrimos por parte de la Dirección de esta empresa. De cara a la opinión pública, somos funcionarios bien pagados que se han acomodado gracias a un convenio lleno de privilegios. Pero la realidad es otra:
Con la llegada hace tres años del ex-presidente de la Corporación RTVE Luis Fernández, vino también un equipo de nuevos directivos procedentes de otras televisiones y productoras -hasta un total de 97- y se apartó a los profesionales que llevaban toda la vida en los mismos puestos; incluso se crearon puestos de dirección que no existían previamente. A todos ellos se les otorgaron sueldos astronómicos. El recientemente cesado Javier Pons, ex-director de TVE, se ha marchado con una indemnización de 200.000 €, su salario anual mientras estuvo en el cargo.
Hace tiempo que la mayor parte de los programas de RTVE están en manos de productoras ajenas a la entidad. Ésta era una práctica habitual en programas de ficción (La señora, Águila roja, Cuéntame…), pero ahora se extiende a retransmisiones deportivas y a las de Lotería Nacional, adjudicadas a la empresa Mediapro, una de las principales accionistas de La Sexta a través del grupo Imagina.
La mayor parte de la subcontratación de servicios y programas se está concediendo a Mediapro (o a empresas de su mismo grupo) que se encargó de la campaña electoral del PSOE en las últimas elecciones generales, aunque la externalización también está beneficiando a la productora que dirige el marido de la ministra Carme Chacón.
Y ante esto, tenemos que aguantar que el presidente de la Corporación nos llame vagos en su reciente comparecencia en el Senado, mientras los platós permanecen vacíos o con un programa al día en el mejor de los casos y a los trabajadores se les recortan los pluses y las dietas en los viajes por eventos fuera de sus centros de trabajo.
Esta es la realidad de RTVE. Al espectador sólo le llega que ahora tiene una televisión pública sin publicidad, pero no se le dice por dónde se está yendo el dinero ni que el presupuesto de CRTVE es de los más bajos de las radiotelevisiones públicas europeas.
La propuesta es que el Estado financie la mitad del presupuesto y la otra mitad provenga de una tasa que se cobrará a las televisiones privadas y a las empresas de telecomunicaciones sobre sus ingresos. El resultado ha sido que la Unión Europea califique esta tasa de ilegal y que algunos medios privados se han negado a pagar, recurriendo la medida en los tribunales.
A fecha de hoy sigue sin estar claro de dónde saldrá el dinero para cubrir la mitad que no financia el Estado de un presupuesto ya de por sí escaso. Sin embargo sigue habiendo productoras vinculadas a televisiones privadas aumentando su facturación a costa de la televisión pública, mientras ésta mantiene a su personal sin trabajo y sus instalaciones y equipamiento parados.
Por la recuperación de la producción propia, por la calidad del servicio público. Contra la precarización de las condiciones laborales, y sobre todo, por tu futuro.
MOVILÍZATE. ¡A LA HUELGA EL 3 DE MARZO!
Sección sindical de CNT en RTVE
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