Hay personas que pase lo que pase en el país o en una empresa, nunca les pasa nada. Nada malo, queremos decir.
Ya puede irse una inmobiliaria a la quiebra que sus accionistas principales siguen tal cual, como si con ellos no fuera la cosa, y los únicos paganos son los trabajadores y la gente que ha comprado un piso y de pronto se ve sin el. También puede un banco o caja estar sin liquidez, pero a sus directivos no les faltará nunca ese préstamo a bajo interés o esos salarios de decenas de miles de euros.
En cualquier caso, unos y otros, siempre están con la cantinela de la moderación salarial, la flexibilidad para despedir (rigideces del mercado, que dicen para que no se les note mucho), el que se contabilice la vida laboral completa para cobrar una pensión y, por supuesto, el palo a los funcionarios. Aún recordamos a Jiménez Aguilar, ex−secretario general de la CEOE, diciendo que había que rebajar los días de cálculo de las indemnizaciones en unos casos y, directamente, eliminarlas en otros. A los pocos días se negaba a irse de la patronal si no le indemnizaban con los consabidos 45 días de salario por año trabajado. El gabinete de estudios del BBVA, lleva años diciendo lo mismo pero por lo visto nadie de la dirección debe hacerles caso.
Para CNT, en efecto, es obsceno que se paguen estas pensiones multimillonarias, y menos a una persona en edad de trabajar. A un trabajador normal, de los de a pie, cuando le remueven de su puesto de trabajo lo mandan a otro, en muchas ocasiones peor, pero lo que no hacen es darle una pensión de por vida. En este sentido, al ex−consejero delegado del BBVA, más que una pensión de jubilación le tienen que poner a currar en otro departamento, hasta los 65 años; o, si no, que espere a que haya un ERE en el banco y se acoja voluntariamente a el.
Desde CNT, no obstante, no podemos sino dejar de maravillarnos ante la hipocresía con la que en los días de ayer y de hoy nos han deleitado los políticos. Personas que por el mero hecho de estar 7 años de culiparlantes ya tienen derecho a la pensión máxima de la seguridad social; que tienen unas condiciones de ¿trabajo? que ya las quisieran para sí los trabajadores, que éstas personas se atrevan a decir que es poco edificante o ético el pensionazo de Goirigolzarri es que no se han mirado en el espejo del pudor o, simplemente, que no les han explicado las ventajas de ser parlamentario.
Ya advertimos en el verano, con el fichaje de Cristiano Ronaldo, que esas enormes cantidades que se estaban pagando no eran amortizables, que ningún trabajo vale tanto dinero, que era insultante –y obsceno- hablar de millones de euros cuando el paro y la pobreza se estaba adueñando del país; y que, ya lo veremos, al final siempre acabamos pagando los mismos el despilfarro privado.
CNT de Extremadura