La memoria recupera lo que una dictadura, un periodo de transición y un estado de “bienestar” han querido enterrar durante más de 60 años.
Presentamos este breve fragmento que muestra cómo se puede organizar un complejo sistema sanitario a nivel nacional, de forma horizontal, racional y lógica. Se planteó dentro de un sistema teórico totalmente libertario, pero fue la base para la organización de la retaguardia durante la revolución española de 1936.
<<La organización del Ramo de Sanidad e Higiene se hará en la forma de todos los demás. No habrá médicos individuales, sino que todos estarán al servicio de la colectividad, en los institutos sanitarios o en las clínicas de primeros auxilios y maternidades diseminados por todo el país. Cada lugar de trabajo tendrá su Consejo Representativo, integrado por médicos, odontólogos, farmacéuticos, enfermeros, personal administrativo, etcétera. Esos Consejos se unen localmente por similitudes en las Secciones sanitarias. Se organizarán igualmente las Escuelas de medicina y farmacia y odontología, en sus consejos primero y en sus secciones después, lo mismo que los institutos de investigaciones médicas y biológicas. Todos esos organismos parciales forman el consejo local del ramo de la sanidad, del cual dependen también los servicios públicos sanitarios en las ciudades, y en los campos. Ese consejo se une al Consejo local de la economía y busca su ligazón nacional en los demás consejos sanitarios del país.>>
El Organísmo Económico de la Revolución, 2ªParte, Cap XVI.
Diego Abad de Santillán.
Cualquiera que conozca los servicios sanitarios se dará cuenta de que es una monstruosa maraña interdisciplinaria con un sin fin de actividades interconectadas. Todo el modelo se simplifica si los equipos que actualmente se organizan mediante un jefe de equipo se organizasen horizontalmente por medio de portavoces.
Así pues esperamos despertar vuestra curiosidad y el debate. Con las aportaciones de todos conseguiremos pasar del modelo al plan.