El caso de la multinacional Millward Brown, una de
las principales compañías del mundo en estudios de mercado y experta en
mejorar la eficacia de la publicidad, comunicaciones de marketing y
estudios de valor de marcas y medios de comunicación, es otro ejemplo
más de gestión de la esclavitud, de los tantos casos que se están
llevando a cabo por las empresas con mayor capacidad de beneficiarse de
los llamados contratos de becarios.
Recordamos que este tipo
de contratos está regulado por un Real Decreto de 1981 y actualizado
hace varios meses. Según el nuevo Real Decreto 1707/2011 la cosa está
bien clara: “dado el carácter formativo de las
prácticas académicas externas, de su realización no se derivarán, en
ningún caso, obligaciones propias de una relación laboral, ni su
contenido podrá dar lugar a la sustitución de la prestación laboral
propia de puestos de trabajo.” Es
decir, bajo ningún concepto un becario podrá realizar las labores que la
mayoría de ellos realizan, es decir, labores indispensables para el
funcionamiento de la empresa.
Esta
práctica viene siendo realizada por multitud de empresas públicas y
privadas, así como fundaciones, universidades y entidades lucrativas de
todo tipo. Los niveles de precariedad son tales, que los jóvenes tenemos
que dar las gracias cuando somos aceptados para trabajar en una empresa
cobrando la miseria de 500 euros mensuales, sin posibilidad de baja por
enfermedad, haciendo todo el trabajo sucio que nadie quiere hacer,
siendo tratados como criados, y viendo como cada vez se aleja más ese
futuro prometido por el sistema meritocrático que supuestamente rige el
sistema educativo actual.
Los
becarios que aceptan este pequeño sacrificio en pos de un “futuro
mejor” deben ser conscientes de que la miseria que aceptan no solo les
perjudica a ellos, ya que la contratación de becarios siempre va precedida o acompañada por el despido de trabajadores y la consiguiente ruina de vidas y familias enteras.
En
este caso, la multinacional Millward Brown ha tenido la mala suerte de
contratar a un becario afiliado a la CNT, y que no tardó mucho en darse
cuenta de la tomadura de pelo que se estaba llevando a cabo en esta
empresa, no sólo ya a los becarios, sino también a la gran mayoría de la
plantilla, que tienen contratos de fijo-discontinuo (les despiden todos
los veranos y les vuelven a contratar en septiembre: las llamadas
“vacaciones en el paro”), todo ello bajo la complicidad del comité de
empresa, con mayoría de CCOO.
Tras
la denuncia y la posterior visita de Inspección de Trabajo, la
resolución del informe declara la relación laboral encubierta, lo que
significa el alta automática a la Seguridad Social y el cobro
correspondiente al salario no percibido durante todo el periodo de
“becario”: en total 15 trabajadores.
Desde
CNT informamos a todos los trabajadores que se encuentren como
“becarios”, o hayan trabajado en esta empresa bajo esa modalidad
fraudulenta, que tienen derecho a reclamar dichas cantidades, así como
su alta en la Seguridad Social y animamos a todo aquel que sufra la
esclavitud encubierta a plantar cara a estos explotadores que juegan
insensiblemente con nuestras vidas.
http://sovmadrid.cnt.es/noticia/nuevo-caso-de-explotaci%C3%B3n-laboral-la-cnt-en-madrid-consigue-que-15-becarios-se-les-reconozca