SALUD LABORAL PARA TODAS
Riesgos ergonómicos y psicosociales.
¿Sabías que el denominado codo de tenista es una de las lesiones más comunes entre las limpiadoras?
¿Sabías que entre los factores de riesgo más prevalentes de las mujeres trabajadoras encontramos el alto nivel de exigencia, la monotonía, el sedentarismo, las posturas forzadas, la necesidad de rapidez y destreza en el puesto de trabajo,la responsabilidad, la acumulación de tareas, y la inseguridad de mantenimiento del puesto?
¿Sabías que las mujeres acuden con mayor frecuencia que los hombres a consulta médica por un problema de salud relacionado con el trabajo y que el motivo de consulta más frecuente es el dolor de espalda?
¿Sabías que las mujeres se accidentan más que los hombres en los desplazamientos para ir o volver del trabajo (in itinere) desplazándose a pie o utilizando el transporte público?
SALUD LABORAL CON PERSPECTIVA DE GÉNERO
Las estadísticas oficiales de enfermedades del trabajo solo contabilizan aquellos daños a la salud registrados como “contingencia profesional” por el sistema de Seguridad Social. En todo caso, las enfermedades calificadas como contingencias profesionales apenas representan una pequeña parte del impacto negativo del trabajo en la salud, “la punta del iceberg”, especialmente en el caso de las mujeres.
Las enfermedades mentales, como la depresión y la ansiedad, y los trastornos musculo esqueléticos representan uno de los problemas de salud más importantes para las mujeres; primero, porque se encuentran entre los problemas más comunes y segundo, porque representan la mayor parte de los casos de enfermedad profesional con la problemática añadida de su reconocimiento.
La interacción entre los factores psicosociales o de organización del trabajo hacen que el ritmo elevado, las exposiciones largas, la falta de descansos y pausas de recuperación, la monotonía y repetitividad, el trabajo remunerado a prima, la falta de autonomía, el bajo apoyo social o la supervisión estricta puedan generar tensión laboral.
Se ha relacionado la tensión en el trabajo con el dolor de espalda y sobre todo con los trastornos músculo-esqueléticos de extremidad superior, además de la relación directa con cuadros de estrés; muchos de esos factores son comunes en las ocupaciones desarrolladas por mujeres.
En las mujeres encontramos una mayor dispersión en las lesiones que afectan más hombros, cuello y miembros superiores. Más que presentarse una enfermedad de forma aguda, se producen lesiones por un efecto acumulado y con una amplia variedad de dolor y molestias y la aparición de enfermedades a más largo plazo (lesiones de síndrome del túnel carpiano, inflamación de las articulaciones, tendinitis, bursitis, epicondilitis, cervicalgias y lumbalgias), sobre todo debido a la exposición de movimientos repetidos, con una frecuencia elevada, posturas mantenidas y con una alta concentración mental, entre otras. Algunos estudios evidencian la relación entre la exposición a riesgos exclusivos de las mujeres trabajadoras con la afectación en zonas corporales concretas. Así, en situaciones de acoso sexual se es más propenso el dolor de cuello; la doble presencia y los trabajos con exigencias emocionales, pueden estar relacionadas con el dolor de espalda.
Estos son los datos, pero ¿cómo se traduce esto en la vida de las mujeres que trabajan en sectores precarizados y feminizados como la limpieza o los cuidados? ¿Cual es la realidad de su día a día? ¿Cómo les afecta?
RING, RING…Suena el despertador, las 5 a.m.
Miércoles, un día más, un café, imprescindible.
Nota mental: que no se me olvide la reunión con la tutora.
Hoy tengo tres portales, venga, ¡vamos allá!
Cojo el metro, son cuatro paradas.
Las seis, llego justa, buff!
Empezamos;
Escoba, barre, un ,dos, un, dos, un, ¡dos!
Fregona, friega, adelante, atrás, adelante, atrás, adelante, atrás.
Bayeta, frota, arriba, abajo, arriba, abajo, arriba, abajo.
Pomos y pasamanos, es importante, con esto del covid
Del 5º piso al 1º sube y baja escaleras, tipi, tapa, tipi, tapa.
Listo.20 minutos.
10 minutos andando hasta el siguiente portal.
En el cuartito está el carro.
¡Vaya! no quedan guantes…los pedí hace dos semanas, y esto es la lejía? o el detergente? le falta la etiqueta.
Cuidado de no mezclar productos.
Escoba, barre.
Fregona, friega.
Bayeta, frota.
Pomos, pasamanos, cristales.
Fin. 25 minutos.
Recojo el carro, lo guardo, siguiente, y repetimos.
De camino al autobús me llama la jefa
¡Espera, espera!¡mierda he perdido el bus!
Mientras compro el pan, que los chicos llegan a las dos a comer.
¡Menos mal que dejé la comida preparada ayer por la noche!
He llegado. Empezamos.
Escoba, barre.
Fregona, friega.
Bayeta, frota.
Pomos, pasamanos
Cristales, necesito la escalera.
La escalera está en el primero.
Baja, tipi, tapa, tipi, tapa.
Sube, tipi, tapa, tipi, tapa ¡cuidado! ¡casi me caigo!
Lo que me faltaba…ya llevamos un tiempo diciéndolo…que hay que cambiar esta escalera.
Hasta que algún día no pase una desgracia…
Arriba, abajo, arriba, abajo.
Ay!! un tirón!! Menos mal que llevo los ibuprofenos en el bolso.
Glup! De un tirón para dentro.
Recojo el carro, lo guardo en la garita.
Fin. 30 minutos.
Me llama la jefa, ¿todavía estás ahí?
¡En 20 minutos te tiene que dar tiempo de sobra!
Al metro y a casa.
Comidas.
¡Mierda! ¡la reunión!
Paso por donde ama, empieza a necesitar ayuda… ¿cómo lo voy a hacer?
Mañana nos pasan el alquiler y la luz; es el cumpleaños de la niña.
20 euros en la cartera.
No puedo dormir.
Diazepam, que en la consulta del médico me lo han recetado.
¿Cuánto tiempo llevo tomándolo?
No me acuerdo…
Eso es ansiedad mujer, te tienes que relajar.
Son las diez, una lavadora más.
RING, RING suena el despertador…
Nuestro tiempo, nuestra salud, nuestra vida.
Desde CNT reivindicamos que la prevención de los riesgos sobre la salud de las mujeres, es un trabajo colectivo, que exige acabar con el modelo de sociedad capitalista y patriarcal.
La doble y triple jornada laboral, la precariedad y la carga mental forma parte de la realidad de muchísimas mujeres, consecuencia de las desigualdades y las discriminaciones estructurales que vivimos.
Las mujeres estamos expuestas al estrés, la depresión, la ansiedad y lesiones físicas de menor o mayor intensidad; solo la organización sindical combativa puede ayudarnos a hacer frente a la feminización de la pobreza, la precariedad y las desigualdades de género y clase, que nos condenan a perder nuestra salud y nuestro derecho a una vida digna.