Jornadas Culturales X Congreso CNT-AIT – Córdoba
24/11 – Facultad de Ciencias del Trabajo – 19.00 h
Mesa Redonda con Irene Lozano (periodista y ensayista) y Heleno Saña (filósofo).
“Los medios de comunicación son hoy, en su inmensa mayoría, empresas capitalistas al servicio del lucro, y no de la verdad y el bien común” (H. Saña) .
“El poder tiene dos formas de imponerse: la violencia y la persuasión. Hoy predomina la segunda, por eso es necesario desvelar los mecanismos empleados por el poder para infiltrarse en nuestras mentes y dominarlas” (I. Lozano)
Irene Lozano (Madrid, 1971) es escritora y periodista. Licenciada en Lingüística por la Universidad Complutense de Madrid y diplomada en Filosofía por el Birkbeck’s College de la Universidad de Londres. Colaboradora habitual de numerosos de medios de comunicación escritos y radiofónicos. Su último ensayo publicado es Lecciones para el inconformista aturdido en tres horas y cuarto (Debate, 2009). En 2005 ganó el Premio Espasa de Ensayo por Lenguas en guerra. Entre sus obras ensayísticas figuran: El saqueo de la imaginación (Debate, 2008) y Lenguaje femenino, lenguaje masculino (Minerva, 1995). Es autora de la biografía Federica Montseny, una anarquista en el poder (Espasa, 2005).
El poder en nuestra imaginación
La adaptación de los medios de comunicación a las nuevas tecnologías, aunque penosa, incierta y perjudicial para la calidad de la información, está en marcha y ha modificado las relaciones de poder. Ahora los medios deciden qué asuntos son políticos y cuáles no, como señala Manuel Castells. Su poder reside en que ellos otorgan el marchamo de lo político a los acontecimientos. Dada la conjunción de intereses ideológicos y económicos, el escándalo, la violencia y el fanatismo forman su catálogo de asuntos preferidos. El caso del fanático reverendo Terry Jones es paradigmático del momento que vivimos. Un tipo que no conseguía concitar a más de 50 parroquianos –es decir, irrelevante a efectos políticos-, adquiere influencia porque los medios ponen su foco sobre él. Magnifican su historia –escandalosa, fanática y violenta- porque vende y, al hacerlo, le regalan una audiencia de millones de personas e incluyen al individuo en la agenda política hasta el punto de convertir su delirio en motivo de preocupación para la Casa Blanca. Ése es el campo de juego en el que se desarrollan hoy los conflictos sociales y políticos. El poder tiene dos formas de imponerse: la violencia y la persuasión. Hoy predomina la segunda, por eso es necesario desvelar los mecanismos empleados por el poder para infiltrarse en nuestras mentes y dominarlas.
Heleno Saña (Barcelona, 1930), filósofo y escritor. Después de trabajar como periodista en Madrid, en 1959 se exilió a Alemania por motivos políticos y personales. Colaborador y columnista de numerosas publicaciones periódicas. Es autor de más de treinta libros, de ellos quince en lengua alemana. Entre los últimos destacamos La revolución libertaria-Los anarquistas en la guerra civil (Laetoli, 2010), Atlas del pensamiento universal: historia de la filosofía y los filósofos (Almuzara, 2006), Macht ohne Moral (Poder sin moral) y Don Quijote en Alemania (autobiografía)
1. Los medios de comunicación son hoy, en su inmensa mayoría, empresas capitalistas al servicio del lucro, y no de la verdad y el bien común.
2. Ya por este trasfondo motivacional su interés no es el de combatir el proceso de opresión del Sistema, sino el de justificarlo. De ahí que en lugar de ser órganos independientes de información y opinión, se hayan convertido en los órganos de publicidad y propaganda del big business en sus diversas manifestaciones.
3. Si en general logran su innoble propósito es debido al bajo nivel de la conciencia crítica del ciudadano medio, incluídos sus sectores obreros, carentes hoy en gran parte de la conciencia de clase que tuvieron en la época heroica de la lucha de clases.
4. De la misma manera que no existe desde hace tiempo ninguna izquierda política o sindical digna de este nombre, tampoco existe una opinión pública en posesión de una concepción verdaderamente emancipativa del hombre y la sociedad. Ésta es la razón de que consuman paciente y pasivamente la basura informativa difundida por los mass media.
5. Mientras perdure este estado de alienación general, no será posible crear las plataformas mediáticas de orientación anti-sistémica que la humanidad necesita para poner fin a la hegemonía ejercida hoy por los periódicos y revistas de gran tirada, las canales de televisión y las emisoras de radiofusión.
6. El camino más idóneo para poner en marcha este objetivo no puede ser otro, a mi juicio, que el de iniciar un paciente y largo proceso de recuperación y reafirmación de todos los valores que pueden dar sentido a la vida humana y desenmascar la impudicia de los pseudo- y contravalores postulados por el fetichismo consumista y coreados servilmente por los medios de comunicación al servicio de la «razón instrumental» (Max Horkheimer) y de la «ideología del cálculo» (Ernst Bloch).