· CNT rechaza de manera contundente el preacuerdo alcanzado hoy entre el gobierno y CCOO y UGT.
· Los trabajadores tendrán que cotizar 38 años y medio para jubilarse a los 65, algo prácticamente imposible por la situación de temporalidad y precariedad actuales.
· La jubilación íntegra a los 67 requerirá haber cotizado 37 años y se computarán los últimos 25 años de vida laboral para calcular la pensión.
Finalmente se ha perpetrado lo que desde CNT veníamos advirtiendo: el gobierno ha pactado con los sindicatos oficiales el retraso de la jubilación a los 67 años, en lo que ya podemos considerar una de las mayores agresiones a nuestros derechos de la historia reciente. El beneficio obtenido por el binomio sindical no tardaremos mucho en conocerlo, pero no andaríamos muy descaminados si afirmamos que rondará los nuevos privilegios en el asunto de la negociación colectiva y un buen bocado de las “políticas activas de empleo” que se está pactando en paralelo.
A falta de conocer la redacción final, queda claro que los trabajadores tendrán que cotizar 38 años y medio para jubilarse a los 65, algo prácticamente imposible por la situación de temporalidad y precariedad actuales; que la jubilación íntegra a los 67 requerirá haber cotizado 37 años y se computarán los últimos 25 años de vida laboral para calcular la pensión.
Teniendo en cuenta la actual inestabilidad en la vida laboral, la incorporación tardía por un lado y la salida temprana del mercado laboral (parados larga duración) el hecho de hacer el cálculo de la pensión sobre los últimos 25 años cotizados supondrá una merma evidente en el importe mensual de la pensión de jubilación que quede. Unido esto, a la imposibilidad real de la incorporación de los jóvenes al mercado laboral con condiciones dignas de trabajo, y el hecho de que esta reforma no va acompañada de medidas activas en los distintos sistemas de protección social (educación, sanidad, servicios sociales, empleo) harán que un colectivo cada vez mayor de personas pasen a las bolsas de exclusión social. Unidades de convivencia cada vez más amplias porque los hijos no se independizan, con unos ingresos menores y con el IPC y subida de precios constante y paulatina harán de toda la clase trabajadora más pobre. Es decir estamos asistiendo al derrumbe del Estado de Bienestar Social, baluarte durante años de las “políticas de izquierdas”
Para que no se diga, nos envuelven el veneno con dos caramelitos: por un lado se afirma que el texto que apruebe el Ejecutivo deberá prestar especial atención a las mujeres para que se tengan en cuenta las lagunas en sus historias de cotización, especialmente los que sean por cuidado de familiar, así podrán sumar nueve meses por hijo a su cotización, con un tope de dos años; y por otro, se afirma que se prestará atención a los jóvenes para que puedan comenzar a cotizar a una edad más temprana, recomendando que se tengan en cuenta las becas como periodos cotizados. Algo que, a la vista de lo sucedido con promesas anteriores, puede fácilmente quedarse en un brindis al sol y que, de cualquier manera, no oculta la magnitud de la agresión contra nuestros derechos, ni podrá evitar que el peso de este recorte recaiga sobre jóvenes y mujeres trabajadoras .
Pero lo sucedido, mal que nos pese, no es algo nuevo, la dinámica de delegación, los privilegios, la institucionalización, la profesionalización y las subvenciones han llevado hace ya tiempo a CCOO y UGT, a caer en la claudicación y a convertirse en aparatos dependientes del propio estado y de las empresas donde están asentados. Desde nuestra organización llamamos pues, a romper definitivamente con el actual modelo sindical, que a lo largo de su historia sólo ha servido para ir recortando más nuestros derechos mientras la patronal, la banca y las grandes fortunas siguen engordando a nuestra costa.
CNT rechaza los falsos presupuestos, asumidos por todos los negociadores, desde los que se ha planteado esta reforma. Frente a ella defendemos una reforma urgente del sistema de pensiones para recortar la edad de jubilación, junto a la reducción de la jornada laboral como medida de lucha contra el paro, además de otra serie de medidas para favorecer el acceso de las mujeres al mercado laboral en condiciones de igualdad, y para acabar con la precariedad y el trabajo negro; aumentando las cotizaciones y los ingresos del sistema público de pensiones, y siempre desde una lógica anticapitalista y como resultado de la movilización de los trabajadores en un proceso de transformación radical de la sociedad.
Por ello CNT, pese al preacuerdo alcanzado hoy, no se resigna y va a continuar, con más ímpetu si cabe, la campaña de movilizaciones que pretende, en última instancia, ir confluyendo hacia una auténtica huelga general que revierta la correlación de fuerzas actual.
En ello está, tal y como ha demostrado esta jornada, con su participación en las huelgas generales que han tenido lugar en distintos territorios, así como en el resto de movilizaciones (cerca de un centenar) que en solitario o junto a otras organizaciones, se han llevado a cabo en todo el Estado.
27 de enero de 2011
Secretaría de Prensa y Comunicación.