Por mas que me roben el tiempo
Por menos de veinte pesos puedo vender mi alma
Mi corazón
Más no vendo la calma
Ni el libro de Nietzche
Que anoche robo mi conciencia
Tampoco me han quitado el sueño
Las malas decisiones del mal gobierno
Sin embargo no duermo
Cuando se pasean las cifras de mujeres muertas
Allá, aquí, la frontera
Cuando desaparecen chavos del bachiller
Y aparecen para no resucitar
Me puede caer el fisco y arrebatarme ciento dieciocho pesos bimestrales
Más no podrán abrir mi cabeza
Para introducir el miedo
Por más malas noticias
Yo sigo creyendo en la poesía
En Borges, en Becquer, en Villaurrutia
No me robaran el sueño
Más puedo vender mi alma/corazón por veinte pesos
A quien lea, esta Nota al
margen
Y la comparta conmigo.