CNT A FONDO | VITORIA
Daniel García, secretario general del sindicato de Vitoria nos traslada las actuales luchas e implantación de la central anarcosindicalista, así como la realidad social en la que conviven.
Redacción | Periódico CNT
Pregunta.- ¿Cuál es la trayectoria reciente de la CNT
en Vitoria y su presencia en las empresas y sectores productivos?
Respuesta.- La CNT en Vitoria-Gasteiz
siempre ha sido un sindicato de lucha y de fuertes principios
anarcosindicalistas. Actualmente, en el seno del sindicato se ha producido un
relevo generacional importante. Continúa subiendo la afiliación por conflictos
laborales, y también por los actos culturales que se desarrollan en nuestro
local.
Su presencia en empresas y
sectores productivos es minoritaria por desgracia, y no terminamos de consolidarnos
como alternativa a los sindicatos mayoritarios, pero continuaremos luchando
para seguir mejorando en este sentido. Los sectores en los que más afiliación
tenemos son el Metal, la Enseñanza, y Limpieza.
P.- ¿Ha habido
recientemente algún conflicto laboral que destaque sobre los demás?
R.- Actualmente tenemos dos
conflictos que destacan. Uno es el conflicto con Dominion-Telefónica (sector
informática), que ya se alarga en el tiempo teniendo a dos compañeros esperando
a juicio en el Tribunal Constitucional y que ahora se agrava con el cierre de
la empresa y el despido de los dos compañeros afiliados que aún conformaban la
sección sindical. También el conflicto con TCA (sector metal), donde se ha
cerrado la empresa, rotas las negociaciones por parte del empresario y su
asesoría, y despedido a los nueve compañeros que conforman la sección sindical
de CNT, la mayoría de la plantilla.
En otros conflictos menores, cabría destacar el que mantuvimos con la empresa
Eurogar Decoraciones. Aunque sólo se trataba de un trabajador despedido, la
reacción del sindicato ha sido impresionante. Ningún otro sindicato se habría
movilizado como se movilizó CNT por un sólo trabajador, y eso ha quedado claro
a parte de la población de Vitoria. Al final, conseguimos que la empresa
admitiera el improcedente sin llegar a juicio. Otro ejemplo más de la acción
directa y la solidaridad que promueve nuestro sindicato.
P.- ¿Qué aspectos positivos y negativos destacarías de tu sindicato?
R.- Como es común en la mayoría de sindicatos de la Confederación, por
desgracia, como aspecto negativo está siempre la relación entre afiliación y
militancia. Al final llevamos
el sindicato entre unos pocos, y cuesta integrar a la afiliación y meterles en
la cabeza que en CNT, el sindicato somos todos. Pero, al menos, nuestro
modelo sindical les tiende la mano y les permite e invita a involucrarse en el
trabajo interno, y tenemos que seguir fomentándolo. No hay que desanimarse,
estamos creciendo y con más afiliación vendrá más militancia.
Como aspectos positivos,
estamos tomándole gusto a la acción directa y empezando a involucrarnos más en
los conflictos, saliendo más a la calle. Internamente estamos formando una
estructura más seria y, aún con los inevitables debates y discusiones que
siempre han aderezado la CNT, seguimos un camino cada vez más claro y firme.
P.- ¿Cuál es el ambiente de
conflictividad obrera en la localidad? ¿Y a nivel social?
R.- En la actualidad el nivel de conflictividad es muy alto. Aunque siempre
se ha mantenido en un elevado nivel en Euskadi, parece que ahora estamos en el
peor momento de la crisis, o más bien que estamos empezando a sufrir lo que en
otras comunidades llevan años sufriendo. ERES, cierres, cambios drásticos en
las condiciones laborales… cada vez se respetan menos los derechos y la
dignidad de los y las trabajadoras. Sin embargo, hay demasiada pasividad para
la que está cayendo, y a la gente le cuesta solidarizarse. Podríamos resumir
que aquí la gente es propensa a luchar, sí, pero cuando se les toca lo suyo.
A nivel social, hay multitud de plataformas y campañas por varios aspectos que
influyen en mayor o menor medida a la población (racismo, desigualdad de sexos,
ecología). A veces, desde el sindicato comentamos que hay demasiadas
plataformas, incluso varias en torno al mismo tema, por lo que volvemos al
problema de organización y solidaridad.
P.- ¿Tenéis
relación con otras fuerzas sindicales y/o sociales?
R.- Sí que mantenemos relación con otras fuerzas
sindicales, en especial con sindicatos minoritarios y más o menos afines como
CGT, ESK y STEE-EILAS, con los que hemos realizados algunas movilizaciones
conjuntas.
En cuanto a fuerzas sociales,
actualmente formamos parte de las plataformas “Araba sin Garoña” y “Fracking ez
Araba”, además de movilizarnos contra la impunidad de los crímenes franquistas
junto a otras organizaciones. Así mismo, tenemos relaciones con otras fuerzas
sociales, pero a menor nivel, como colaboraciones en ferias de libro antiautoritario
u organización de eventos culturales.
P.- Haznos una introducción a la actual
composición de clases en Vitoria
R.- Sí que existe la brecha
entre ricos y pobres, como en el resto del planeta. El problema en
Vitoria-Gasteiz se agrava por la mayoritaria clase media, que aunque casi
desaparecida se siguen creyendo burguesía, y presentan poca o nula implicación
y solidaridad en los problemas existentes en la ciudad y provincia, a nivel
tanto laboral como social. Después, quizá por miedo o vergüenza, las clases más
desfavorecidas están ocultas y faltas de organización, pero cada vez es más
evidente que hay personas realmente afectadas por la situación y que pronto
crecerá la conflictividad e inevitablemente la implicación de la clase obrera.
P.- ¿Cuál es la composición política a
nivel oficial?
R.- En Vitoria-Gasteiz gobierna el PP, como casi siempre, a pesar de que
luego casi nadie reconoce votarles a nivel de la calle. Siempre ha sido una
ciudad de derechas (no pasa lo mismo con la provincia y los pueblos que la
componen), y cuando no ha gobernado el PP, lo ha hecho el PNV, la derecha
vasca.
Es cierto que en cuanto a corrupción no se destapan muchos casos (lo que no
quiere decir que no existan), pero CNT sí que topó, a principios del año 2013,
con un conflicto laboral con un juntero del PP (juntero es a nivel provincial),
que tenía oscuros negocios donde no se respetaban las más mínimas normas de
sanidad ni los más fundamentales derechos laborales.
Actualmente cabría destacar al alcalde de la ciudad, Javier Maroto, que se ha
convertido en un referente del racismo nacional por sus actuaciones y
declaraciones contra minorías de otras razas. En este sentido decir que, como
buen fascista, no da marcha atrás ni reconoce sus errores, sino que se refuerza
en sus ideas racistas sembrándolas entre la población con menos cerebro de la
ciudad, y fomentando el enfrentamiento entre los ciudadanos de distintos
orígenes.