El colectivo Mujeres Libres de San Juan de Aljarafe, en Sevilla, lucha por crear una alternativa económica basada en el empleo colectivo y la autogestión. Para ello, han puesto en marcha dos proyectos que comienzan a dar sus frutos: la ocupación de parcelas para dedicarlas a huertos autogestionados y la creación de una asamblea cuyo objetivo es crear pequeñas cooperativas de autoempleo.
L. Martínez | Periódico CNT
Pregunta: ¿Cómo surge la agrupación Mujeres Libres de Aljarafe?
Respuesta: En mitad del boom inmobiliario de 2008, en San Juan se había acabado el suelo y se decide tirar abajo casas del casco histórico, para construir en altura. Una compañera de CNT nos informó y en esta lucha pasamos a convertirnos de vecinas hasta amigas. Cuando el Alcalde buzoneó diciendo que un sindicato anarquista miente a lo vecinos, fuimos a la compañera y le dijimos que nos estaban llamando terroristas y así nos enteramos que anarquismo no es terrorismo. Pensamos que hay mucha gente que no se mete en CNT porque le da miedo, en especial las mujeres, por lo que decidimos crear una asociación que hiciera pedagogía práctica de anarquismo y de camino, arrimar a la gente a nuestro sindicato.
P: Uno de los proyectos que tenéis en marcha actualmente es el de los huertos autogestionados. ¿Cómo surge la idea?
R: La idea la tuvo una compañera que estaba enferma de cáncer, Toñi. Murió y nosotras pusimos en proyecto en marcha en su memoria. El objetivo de los huertos es pedagogía libertaria práctica asumiendo medios de producción y de consumo. Enseñar anarquismo, resolver los mismos problemas que nos surgiría cuando hagamos la revolución. Sabéis que en Andalucía está el SAT y hace ocupaciones como campañas propagandísticas, que luego son desalojados y aquí no pasa nada. Nosotras pensamos que, si queríamos hacer pedagogía, no podíamos ocupar una finca en la que nos desalojaran, por lo que tenía que ser de un propietario que pierda más que nosotras en el citado desalojo, y en estos casos, quien más pierde son las administraciones locales, que en pueblos le tienen mucho miedo a la pérdida de votos.
P: ¿Cómo fue el proceso de ocupación de las tierras?
R: Queríamos juntar gente para tener fuerza, y luego ocupar una parcela, así que decidimos dar unas notas a los profesores para que se las repartiesen a los niños en el colegio, porque esas notas se leen más que las pancartas o los carteles que se ponen en la calle. Así conseguimos reunir a ochenta colaboradores en cincuenta parcelas. El alcalde se quiso poner en contacto con nosotras y ofrecernos las cunetas de las carreteras, pero nosotras le dijimos que ubicaríamos los huertos junto al río. Nos manda al concejal de Hacienda y el arquitecto municipal que nos dicen que es imposible, porque el Ayuntamiento recibiría un millón de euros el día que se urbanizara aquello. Mientras, la compañera de CNT era presionada diciéndola que los intereses como trabajadora del Ayuntamiento están en contra de los intereses como Secretaria de Mujeres Libres y tiene que abandonar los Huertos si quiere conservar el trabajo, aunque ella se negó. Por otro lado, intentaron obstaculizar el proyecto exigiéndonos la misma documentación que a un Plan Parcial. A pesar de eso, decidimos meternos a currar en la parcela, y preparamos todo lo que nos pedían con la ayuda de algunos vecinos. Ahora tenemos dadas y sembradas 53 parcelas, 10 pendientes de sorteo, 40 personas en lista de espera. Nuestra intención es reunir otros 50 con ganas de trabajar, y proseguir ocupando suelo, ya que cesión no tenemos ninguna ni creo que se llegue a tener. Se decide todo en asamblea, estamos aprendiendo a como funcionará la sociedad que tanto anhelamos y nos hemos puesto de acuerdo para llevar esto al mundo del empleo, con la asamblea por el empleo colectivo autogestionado.
P: Esta Asamblea por el Empleo Colectivo Autogestionado es otro de los proyectos que tenéis en marcha ¿podéis contarnos en qué consiste y cómo está funcionando?
R: La llamamos Asamblea por el Empleo Colectivo Autogestionado, que no asamblea de parados, porque nos movemos para sacar al pueblo de la crisis. Tenemos dos movilizaciones este mes, contra las empresas que no nos han recibido y contra la arrocera Herbas, porque es una multinacional que solo nos deja contaminación en el pueblo. Queremos que las grandes empresas devuelvan parte del dinero que le han robado al pueblo, con la formula legal de inversión a fondo perdido. Queremos coger locales municipales, presionar para que tras 40 años de gobiernos tomen la figura legal de dar locales a Iniciativas Locales de Empleo. También queremos reabrir el mercado tradicional para que se pongan en marcha distintos negocios, como un taller de reparación de ropa o un obrador de pan. Queremos enseñar autogestión de los medios de producción nuevamente, por lo que también en enero comenzamos las jornadas de formación de cooperativas. Somos unos 70 en el proyecto. Contamos con el equipo de ingenieros que nos ayudó en los huertos, y con economistas en paro, con albañiles y fontaneros, limpiadoras y casi todos peones en paro, y algún que otro arquitecto y educador. Tenemos el material humano capaz de levantar el mundo, como dijo Durruti. Nos falta el dinero y los locales, que estamos negociando con el hacha levantada de la acción directa. Desde el ayuntamiento nos han hecho algunas promesas, pero el alcalde solo las cumple cuando viene la tele y ni eso, que la tierra de los huertos aún no es nuestra.
P: ¿Creéis que por ser mujeres es más difícil crear este tipo de proyectos? ¿os habéis encontrado con dificultades en este sentido?
R: Hay muchas mujeres de nuestro entorno aún sometidas a la esclavitud de poner la cena, el baño de los niños, que ni se cuestionan los hombres que es cosa suya, lo que pasa es que nosotras nos liberamos cada día, pero nos hemos liberado a base de cargar con estas dos luchas en paralelo, para que maridos, más que compañeros, apechuguen y hermanos hagan lo propio con los mayores a nuestro cargo. Como se puede ver en nuestro blog, somos mujeres madres y abuelas, mayoritariamente empleadas del hogar. Mujeres que queremos ser libres y estamos aprendiendo a ser anarquistas.
P: En vuestra opinión, ¿son necesarios proyectos como los que tenéis en marcha? ¿Pueden ser un modelo a seguir?
R: Todos los del proyecto pensamos que nadie nos va a llamar para darnos un trabajo. Nadie nos va a sacar de la crisis. Tendremos que salir por nuestro pie y mejor que pongamos los medios para salir mejor de cómo entramos y eso solo se puede hacer con nuestra propia iniciativa, pero federados. Una federación de cooperativas donde todos seamos tan dueños como el de al lado, de los medios de producción.
P: ¿Estos proyectos pueden ser una manera de que la gente se acerque al anarquismo? ¿Cuál es vuestra experiencia en este sentido con la gente que os rodea?
R: Para nosotras, la única alternativa al sistema es la que pasa por la auténtica autogestión. Si enseñamos lo que es la verdadera autogestión, estamos enseñando anarquismo pero además, estamos acercando a gente que sí tiene empleo, familias de hortelanos y parados a CNT. Es la única manera de hacer que cuarenta y siete millones de personas se hagan anarquistas, luchando en la calle, y luchando en sus puestos de trabajo, porque nosotras llevamos la bandera del anarconsidicalismo.