El viernes 30 de marzo a las 18:30 horas, la Confederación Nacional
del Trabajo de la Regional de Murcia ha preparado una charla de la «CAS
Madrid» (Coordinadora Antiprivatización de la Sanidad) en la Sala del
Carmen (Alameda Capuchinos, 32, Murcia).
Invitamos a participar a toda la ciudadanía y a todos aquellos
colectivos antiprivatización de la sanidad y de la educación pública de
laRegón.
En todos los puntos del estado se está
llevando a cabo un proceso de deterioro y privatización de las partes
rentables de la salud. Este proceso tiene una causa y un responsable:
la aprobación de la Ley 15/97 de Nuevas Formas de Gestión en la Sanidad,
que con los votos de PSOE, PP, PNV, CiU y CC abrió el camino legal que
permitía transformar el sector público sanitario en un mercado y, en
consecuencia, en una oportunidad de negocio más.
Los objetivos: la transferencia de 70.000
millones de euros de gasto público en salud a empresas del sector, e ir
a la puesta de una de las bases para la sanidad de «dos velocidades»,
una para las clases ricas, y otro, para los sectores de la caridad y
los trabajadores precarios.
Con las medidas que ahora esta tomando el
ejecutivo Regional de Murcia, tales como, retirar el derecho a
asistencia sanitaria a personas sin recursos económicos vinculando el
derecho universal de los ciudadanos para acceder a la Sanidad con el
puesto de trabajo. También ha subcontratado los servicios básicos en la
sanidad pública, donando ingentes cantidades de dinero a empresas
privadas para que gestionen hospitales y centros de salud, con la
consiguiente mercantilización de este servicio público esencial.
Estas prácticas están encaminadas al
deterioro planificado de los Centros Sanitarios públicos, que es lo que
ha venido haciendo el PP en la Región de Murcia para poder justificar
el Tijeretazo y la privatización ante la población (este hecho
incuestionable, que viene al menos de 5 años atrás, ha contado con
silencios y complicidades manifiestas):
Cierre de cientos de camas.
Masificación en Urgencias.
Aumento de derivaciones a la privada.
Centros deteriorados.
Aumento de las listas de espera.
Congelación de plantillas desde 2007.
Para así poder en un futuro implantar el
famoso COPAGO pagar para poder recibir atención sanitaria,
convirtiéndola así en una mercancía, en lugar de un derecho:
En Cada visita al medico o al pediatra.
Para ser atendido por un especialista.
Por ir a Urgencias.
Pensionistas: Un porcentaje en farmacia.
Por cada ingreso al hospital, por las pruebas que allí se realicen, la comida…
Razones para no aceptar el COPAGO:
Afectará negativamente a
la población con ingresos más bajos y a la más necesitada de atención
sanitaria, incrementando las diferencias de esperanza de vida (que ya
es de 16 años entre barrios de una misma ciudad).
Si las personas con
bajos ingresos no pagasen (por ejemplo las de renta más baja al salario
mínimo -633€/mes-) aún sería enorme el número de ciudadanos con serios
problemas para poder acceder al sistema sanitario. No olvidemos que un
63% de los trabajadores son mileuristas.
Esto supondría la clasificación como pobres de una parte de la población, con las consiguientes consecuencias discriminatorias.
Se tendría que crear
una estructura burocrática para realizar los cobros que podría resultar
más cara que lo que se pretende recaudar.
En Urgencias, dejar en manos del médico la decisión de cobrar o no, le convierte en un policía.
La Sanidad privada es más cara y de peor calidad:
Índices de mortalidad más altos que en los públicos.
Presiones e incentivos al personal para recortar gastos.
Lo único que les detiene es el miedo a que
la gente se eche a la calle y diga de una vez que ya está bien. Y sólo
lo podrá hacer si cuenta con información fidedigna, ofrecida por
organizaciones fuera de cualquier sospecha de financiación o interés
espúreo.
Los trabajadores de la Región se tienen que
organizar, tienen que plantar cara a los recortes impulsados tanto por
el gobierno central como por el autonómico, desenmascarar a los
cómplices de estos recortes, que no son otros que los propios
“sindicatos de clase” CC.OO y UGT, que con sus claudicaciones a costa
de nuestra sangre, están dando pie a gobernantes déspotas a aplicar
todo tipo de recortes a nuestros derechos. Es hora de pararles los
pies.
