Somos los que somos desde las montañas
Hasta la costa
Mi lucha es de los obreros también de las prostitutas
¡Mi tierra no esta en venta!
Ni el armadillo en su hueco.
Mucho menos el agua que nos aparta de la sed
Ninguna orquídea sale de este bosque
A menos que te la obsequie la señora tierra
Hemos crecido codo a codo con la ceiba
El cenzontle nos regala aun su silbido
Y la chachala su algarabía
Como no he de querer esta tierra
En ella hasta el fondo están mis muertos
Y su polvo ha teñido mi rostro
Que no se afrenta de su madre.
Si el monito aullador vive en las ramas de mis sueños
Juguetea con mis pensamientos
Y las huellas de Balam caminan mi camino.
Hermanos todos, aquí estamos encubiertos por los ríos
Custodiados por montañas
Tratando de cultivar nuestras raíces.