Una vez más, las trabajadoras de Metro hemos demostrado gran unidad y fuerza para luchar por lo nuestro. Ayer 837 compañeras de las 900 que asistimos a la Asamblea rechazamos rotundamente la propuesta de un acuerdo insultante. Un NO meditado, convencido y muy significativo; un NO que debería hacer reflexionar, tanto a la empresa como a quienes negocian en nuestro nombre.
No vamos a abandonar y no vamos a aceptar ninguna falta de respeto hacia nosotras, venga de quien venga, y consideramos que esa propuesta lo era.
Las trabajadoras hemos dicho NO porque lo que está encima de la mesa no respeta el mandato de la Asamblea y no se respeta la Plataforma de convenio con el agravante de pedirnos a cambio un año de paz social. Propuestas que al inicio de las movilizaciones ya considerábamos insuficientes ahora han sido empeoradas.
Ayer muchas compañeras se preguntaban por qué ahora se somete a consulta una propuesta de acuerdo muy inferior a otras anteriores, propuestas que entonces no fueron consultadas. Por qué las negociaciones se centran en un borrador de contratación que no respeta la Plataforma de Convenio ratificada por todas, un borrador que discrimina según posición en el escalafón y categoría.
La comisión negociadora debe ceñirse a la voluntad de las trabajadoras, a respetar lo ratificado en Asamblea y a respetar la Plataforma de Convenio. Si lo respetasen evitarían volver a verse sentados con la cabeza agachada entre las manos, a ser cuestionados.
La digna dimisión del portavoz del Comité en el día de hoy demuestra lo que decimos y la mala reacción de algunos sindicatos ante los resultados de la Asamblea demuestra la poca responsabilidad y falta de humildad que tienen unos pocos de la mesa. Lo primero dignifica al compañero, lo segundo es inaceptable. Esperemos que hayan cambios y se continúe adelante con las mismas ganas. La respuesta que dimos ayer en la Asamblea fue constructiva, no se pretendía hundir la comisión negociadora sino indicarle que se estaban separando de la voluntad de la mayoría. Tener errores es humano, rectificarlos de sabios.
No ha paz social sin el respeto a las trabajadoras, din el cumplimiento de los convenios y acuerdos anteriores, sin verdadera voluntad para llegar a un acuerdo.