Más de 200 antidisturbios velaron por nuestra seguridad,
identificando a todo aquel que se acercó a la concentración convocada
por nuestro sindicato. Esa es la libertad sindical que disfruta la CNT.
A las cinco de la tarde nos acercamos varios compañeros para
denunciar las prácticas de Vitorino Alonso a través de su conglomerado
de empresas y en particular la de nuestros compañeros mineros que llevan
meses en huelga indefinida o afectados por EREs que los están
conduciendo a la miseria. Nos encontramos con más de 25 furgones de
antidisturbios que se dedicaron a identificar a todo el que se acercaba a
recibir información o a recoger un panfleto, y, no contentos con
identificar, amenazaron con imputarnos un delito de manifestación
ilegal.
¿A qué se debe semejante despliegue? ¿A quién teme tanto la
Delegación del Gobierno? Desde luego, no será motivo para que cesemos en
nuestra solidaridad con nuestros compañeros, y así este mismo sábado en
nuestros locales tendrá lugar una charla para dar a conocer la dura realidad a la que se enfrentan los mineros.
Por cierto, esperemos que no imputen también a la representante de la
patronal que se acercó a hablar con nosotros y se comprometió a
trasladar la postura de la CNT a Vitorino Alonso.
Ladran, luego cabalgamos.