La empresa se aviene a negociar antes de la conciliación previa y reconoce el despido improcedente.
El trabajador, que no quería volver a pisar la “gran familia Mercadona”, consigue la casi totalidad del importe de la indeminación y de los salarios no percibidos desde el despido.
La CNT de Córdoba reiniciaba ayer con una serie de concentraciones, la campaña contra el despido injusto e ilegal de nuestro compañero Francisco en un Mercadona de la ciudad. Pero no fue necesario. Mercadona tuvo que avenirse a negociar con el sindicato para evitar el daño que las concentraciones hacen a la cadena. Sirva de aviso a navegantes.
No era la primera vez que Mercadona intentaba parar las movilizaciones; ya lo hizo la semana pasada, cuando propuso negociar con el trabajador si se detenían las concentraciones previstas para el fin de semana. Una vez pasado éste, se puso en contacto con el trabajador para desdecirse de su prometido intento de llegar a un acuerdo. En el sindicato no nos sorprendió esa actitud, muy propia de tahures y otras hierbas, por lo que volvimos a convocar movilizaciones, esta vez, reforzadas.
Mercadona se puso en contacto ayer con el trabajador (al que llamaron varias veces en un intento de que no se llevara a cabo la concentración anunciada), que había manifestado al sindicato que no quería volver a trabajar en esa empresa, donde se le había tratado como un delincuente y se le había acusado de un robo que no había cometido. No pudiendo demostrar las acusaciones contra el compañero, Mercadona ni siquiera ha esperado a llegar al acto de conciliación para reconocer que habían cometido (de nuevo) un despido ilegal, con pruebas y testimonios que eran falsos y que estaba motivado por la criba interna que los gerentes y coordinadores de Mercadona perpetran en connivencia con la dirección de la empresa.
La negociación terminó de cerrarse entre la empresa y el trabajador, junto a miembros del sindicato, dentro de la misma tienda en la que fue despedido, mientras en la calle se concentraban los efectivos de CNT para “convencerle” con nuestra presencia, y en previsión de que se tratase de una nueva añagaza. El trabajador decidió que se contentaba con recibir el 90% del importe de la indemnización y de los salarios dejados de percibir desde la fecha del despido, ya que lo más importante para él estaba conseguido, es decir, el reconocimiento por parte de Mercadona de que el despido era improcedente, que él no había cometido ningún robo y que las acusaciones realizadas eran falsas.
Por nuestra parte, el sindicato hace una valoración muy positiva de lo sucedido, ya que demuestra que Mercadona no es en absoluto insensible a las movilizaciones de CNT. Y porque además, se demuestra una vez más que nuestros métodos sirven; que una forma de actuar digna y constante da sus frutos, razón por la que animamos a todos los trabajadores de Mercadona a organizarse y formar secciones sindicales en la empresa, como única forma de defender sus derechos, sus intereses y su puesto de trabajo.