La noticia de ayer 26 de mayo del fallecimiento de Vicente Aranda, autor de la película Libertarias, rescatamos la siguiente entrevista que se le hizo en el Periódico CNT en julio de 2012. ¡Que la tierra te sea leve!
Cuenta Vicente Aranda (Barcelona, 1926) que concibió la película Libertarias (1996) como un homenaje a sus mayores. El director, que
irrumpió en 1965 en el cine español con la estéticamente rompedora Fata
Morgana, nació en un barrio anarquista, aunque siempre vio a estos
militantes casi como férreos defensores de una religión, un poco
espiritistas.
M.Cobo · M.G. Blazquez | Periódico CNT
Le sobrecogía y producía una tremenda impresión, siendo un niño, la abnegación del darlo todo por la causa, “gentes que estaban dispuestas a dar su propia vida con tal de cambiar o mejorar el mundo”.
Vicente Aranda habló para el cnt coincidiendo con la proyección de Libertarias en los locales del sindicato en Madrid, dentro del ciclo “Cine Ateo”, organizado en colaboración con la Asociación Madrileña de Ateos y Librepensadores. A vuelta de todo y casi sintiéndose un pasota en este mundo, despotrica cuanto puede de la situación política actual y del completo abandono de la cultura. Ahora con el PP, aunque asegura que los del PSOE “cuando gobiernan también son de derechas”. De ende a ultranza las subvenciones para el cine, ya que si no cree que sería imposible hacer películas, al menos en esta parte de la Tierra llamada España. Su película Libertarias, de la que resalta que no es una película anarquista, tuvo más éxito en aquellas zonas consideradas de izquierdas, asegura el director de Amantes. Piensa que aún es complicado hacer películas sobre la Guerra Civil y que, en realidad, se han hecho muy pocas sobre el tema. Aranda tiene un guión inédito sobre la Brigada Lincoln. Respecto a Madrid, donde reside desde hace décadas, piensa que, al igual que se celebra el 2 de Mayo, como símbolo del levantamiento popular contra la invasión napoleónica, se debiera celebrar mucho más el 9 de noviembre, como símbolo del levantamiento madrileño contra el fascismo.
Redacción: Dentro de la temática de la Guerra Civil, ¿por qué eligió usted un asunto como el de las Mujeres Libres?
Vicente Aranda: Porque dicen que la Revolución devora siempre a sus hijos, pero aquí la Revolución devoró, lo primero de todo, a sus hijas. Esto me llamó la atención. Además, yo había tenido amistad con la cenetista Concha Liaño; en varias ocasiones, cuando vivía en Venezuela, estuve con ella y sus ideas y vida me inspiraron para la película.
R: ¿Qué recuerda de la época de la Guerra Civil?
V.A: Pues lo recuerdo todo bastante bien; contrariamente a lo que piensa la gente –yo soy un niño de la guerra–, para un niño una Guerra Civil es la mar de divertida, porque a cada momento se llevan al maestro al frente, y no hay clases. Uno se encuentra con todo: revólveres, balas, trilita… Y resulta divertidísimo. Lo que pasa es que uno es sensible al dolor que tienen los mayores, y esto acaba afectándote también, naturalmente.
R: La Guerra Civil como inspiración cinematográfica. Los detractores dicen que ya se han hecho demasiadas películas sobre esta etapa histórica.
V.A: Sí, bueno, ese es el cuento; pero la verdadera razón es que el PP tiene diez millones de votos; entonces, es imposible si diez millones de españoles se abstienen de ir al cine porque es una película de la Guerra Civil… Una película de la Guerra Civil tiene que ser de izquierdas, inevitablemente. Igual que es inevitable la noción histórica que se tiene acerca de la misma. ¿Qué corresponsales fueron al lado franquista? Que yo sepa, solo dos; pero aquí en Madrid, en la zona republicana, estaban muchos, unos cuarenta.
R: ¿Contribuyó su película a recuperar un poco la memoria histórica?
V.A: Eso es lo que yo quería, pero creo que cometí un error, y es que en lugar de La defensa de Madrid, que es un guión que ya tenía escrito en la época, hice Libertarias, porque, por alguna razón, el productor me lo pidió así. Si hubiera hecho La defensa de Madrid a lo mejor la suerte habría sido distinta. Libertarias demostró que no se podían hacer películas sobre la Guerra Civil: de una manera intuitiva, había una abstención enorme hacia la película. Hay que tener en cuenta que los 45 millones de habitantes de España son muy poco para sostener una industria cinematográfica; encima, si alguien se abstiene, es el desastre.
R: En el cine le ha interesado lo erótico y el sexo.
V.A: Sí, en la medida en que eso me pone en comunicación con el público. Justamente para cubrir esas las de butacas que hay delante de la pantalla y que ya no se llenan tuve necesidad de acudir al sexo, porque eso es lo que realmente tengo en común con el resto de la gente; del resto ya no tengo nada en común. Yo paso de todo, pero ellos también pasan de mí, naturalmente.