Dentro de las múltiples actividades programadas por la CNT en su primer Centenario (1910-2010), hay una gran diversidad de propuestas: libros, exposiciones, conferencias y debates, teatro, … No podía faltar la música (comenzaron los actos en enero con sendos conciertos de flamenco y de rock) y, dentro de ese apartado, no podían faltar unos personajes que nos cantan/cuentan la vida a su manera. Con una canción nos denuncian la represión, la dictadura o la especulación. Con otra nos rescatan a un poeta, nos enseñan a “oírlo” con otros ojos. Con otra, en fin, nos enseñan su interior, nos hacen una radiografía de la actualidad o juegan con el lenguaje para criticar, para reírse o para reivindicar. Son los cantautores. Los nuevos juglares.
Suelen ser incómodos con el poder y algunos fueron asesinados, como Joe Hill o Víctor Jara. Otros encarcelados, silenciados, ninguneados. A veces utilizados como bandera y aparcados después. Algunos, curtidos en mil batallas, aún siguen. Sin cambiar de bando. Sin abandonar la lucha por la poesía y la libertad. Otros, más jóvenes, se suman y relevan a generaciones anteriores, continuando o adaptando la pelea a los tiempos que viven.
La CNT quiere presentar este Festival de Cantautores, como ya lo hizo con El Cabrero, como un doble homenaje. De la Confederación Nacional del Trabajo hacia esos luchadores por la libertad y la cultura, y de ellos hacia una organización que cumple cien años en lucha por lo mismo.