LAURA GIMENO – CHABIER ALEGRE | CNT TERUEL
Durante la semana del 11 al 16 de febrero un centenar de internacionalistas hemos estado marchando desde Luxemburgo hasta Estrasburgo con motivo de la “Larga Marcha internacionalista”, una marcha que se lleva organizando desde hace tres años y tiene como principal objetivo exigir la libertad de Abdullah Öcalan. Las largas marchas son una de las herramientas de lucha que se han ido aplicando durante muchos años en los puntos donde hay numerosa población kurda en la diáspora. Desde hace tres años, esta herramienta se ha internacionalizado y se ha convertido en un punto de encuentro para las personas de distintos lugares del mundo que apoyan la causa kurda, un punto de encuentro para compartir experiencias y formación, un punto de encuentro y de confluencia entre distintas tendencias e ideologías de izquierdas, unidas bajo el lema “Luchemos contra el aislamiento. Acabemos con el fascismo. Liberemos Kurdistán” que ha sido el lema de la convocatoria de este año.
La marcha se lleva organizando desde hace tres años y tiene como principal objetivo exigir la libertad de Abdullah Öcalan
Durante esta semana se han realizado distintas formaciones al terminar la jornada de marcha; una charla con el traductor de los libros de Abdullah Öcalan, jineolojî, bailes, intercambios culturales. Aunque seguramente la experiencia más formativa sea la de tener la oportunidad de acercarte al movimiento de liberación del Kurdistán, compartir espacio con la juventud kurda, trabajar por comunas y resolver los problemas mediante el método del “tekmil” -asamblea de crítica y autocrítica que sirve entre otras cosas para mejorar la organización de forma colectiva, una de las herramientas más interesantes del movimiento de liberación del Kurdistán-, aprender de su organización y de su férrea convicción y dedicación en construir un Kurdistán sin patriarcado, ecológico, democrático y liberado de los estados que lo oprimen, luchando por construir una confederación democrática donde todos los pueblos y culturas puedan convivir en paz al margen de los estados-nación.
El año pasado la marcha estuvo marcada por la fatídica intervención militar de Turquía sobre Afrin, este año han sido las huelgas de hambre que se están dando en distintas partes del mundo las que han marcado la mayor parte de los actos. Con estas huelgas se busca romper el aislamiento de Abdullah Öcalan y pedir su liberación tras un encarcelamiento que dura ya 20 años desde que el 15 de febrero de 1999 fuera capturado por los servicios de inteligencia turcos. 20 años encarcelado en la isla de Imrali, una pequeña isla en el mar de Mármara, donde solo hay una cárcel, una cárcel de nueva construcción, construida específicamente para Öcalan ya que fue el único preso desde 1999 hasta noviembre de 2009, momento en el que trasladaron más presos a la isla. Es desde esta isla donde Öcalan empieza a cartearse con el teórico libertario Murray Bookchin a través de sus abogados, que por aquel entonces todavía tenían derecho a reunirse con él. Esta relación epistolar se ve cortada de forma muy temprana debido a la salud de Bookchin. Aun así, durante este corto intercambio de cartas, Öcalan se declaró “discípulo” de Bookchin y se puso a trabajar en perfilar lo que el denominaría como “Confederalismo Democratico”. Bookchin envió un mensaje al pueblo kurdo antes de morir “Mi esperanza es que el pueblo kurdo sea capaz de establecer un día una sociedad libre y racional que le permita brillar de nuevo”. Por desgracia Murray Bookchin jamás pudo ver como ese mensaje de esperanza que envió al pueblo kurdo se materializaba, tampoco sabemos si era un mensaje más de ánimo que de convicción, pero lo cierto es que hoy podemos ver como ese mensaje se ha hecho realidad en Rojava. Seguramente Murray Bookchin nunca imagino que sus esfuerzos por renovar las ideas libertarias iban a ser acogidas precisamente por una organización que durante mucho tiempo fue considerada como Marxista Leninista, hasta que finalmente el PKK abandonó esa ideología para abrazar el nuevo paradigma de tendencia libertaria, el “Confederalismo Democrático” y seguramente tampoco llegó a imaginar que esta renovación de las ideas libertarias se pondrían en práctica de una manera efectiva.
Öcalan se declaró “discípulo” de Bookchin y se puso a trabajar en perfilar lo que el denominaría como “Confederalismo Democratico”
Para muchas de nosotras la revolución en Rojava ha marcado un antes y un después, ha conseguido reafirmar nuestras ideas libertarias y nos ha enseñado a ver que, con organización y esfuerzo, podemos construir un mundo mejor. El Confederalismo Democrático no solo se ha postulado como una idea que se puede llegar a poner en práctica de forma efectiva, sino que se ha postulado como la mejor opción para la convivencia entre los pueblos de Oriente Medio y como una alternativa viable a los Estados-nación, más que viable, necesaria.
Por eso, muchas internacionalistas de ideología libertaria hemos decidido profundizar y acercarnos al movimiento de liberación del Kurdistán, participando en esta larga marcha, engrosando los grupos de apoyo a la lucha del pueblo kurdo y sumándonos a las reivindicaciones de Leyla Güven, que lleva en huelga de hambre más de cien días.
Es el momento de luchar contra el aislamiento, acabar con la amenaza fascista que sobrevuela sobre Rojava y liberar el Kurdistán.
#FreeÖcalan