Los que se fueron de vacío,
aliándose a las águilas
o a los lobos.
Impuros serán para los restos.
Os devoraron
con la trémula sed de la codicia,
con la usura maldita de la sangre.
Os despojaron
de la saliva sagrada de las fuentes,
del cotidiano afán de la utopía.
No pidieron jamás permiso,
no mostraron
palabra arrepentida.
Innobles atesoran,
un aterrador hueco sin memoria,
un jardín de rosas extinguidas,
un oscuro y enrevesado laberinto.
Los que se fueron de vacío,
son seres descarnados,
bestias tremebundas,
insanas alimañas
escuálidas sombras.
Los que fueron de vacío,
impuros son
y serán para los restos.
Indefensos quedarán
con un estruendo
implacable de condena.