Los señores de la tierra
son señores vulgares
hacen cola detrás de ti en el supermercado
llevan chanclas, como tú
y pasean a su perro al atardecer
Los señores de la tierra
viven en tu mismo edificio
te los cruzas en el ascensor
y hablas con ellos del tiempo
Tienen el pelo blanco
y una mujer rubia
que hace tiempo regentó
el horno del barrio
Los señores de la tierra
te dan los buenos días
mientras con la boca de la nuca
te quitan el pan, te bajan el sueldo
te suben el alquiler
Los señores de la tierra
sientan sus culos en el mismo bar que tú
y parecen no hacer nada
todo el día con la parroquia
jugando al dominó
con nuestras vidas
Los señores de la tierra
se meriendan tu insomnio
y te sonríen preguntándote por tus hijos
Son los más amables en la frutería
y hasta te sostienen la puerta
con su media sonrisa
Los señores de la tierra
te arreglan cerraduras
mientras te descerrajan la esperanza
Son los amos del barrio
Su jornada comienza muy temprano
Vigilan que vayas a trabajar
para cerciorarse de que pagas el diezmo
religiosamente
Recorren despacios las calles
de su coto privado de caza
No olvides tu condición:
él es un señor de la tierra
tú, su puto esclavo
Hubo un tiempo en que a los señores de la Tierra
Ay! perdón… que somos pacifistas