Desde CNT no se quiere repetir lo que ya es sabido, los planes del gobierno para estabilizar y reducir el déficit público, que carga casi en exclusiva sobre pensionistas y funcionarios el coste del mismo, ni la improvisación del mismo -hasta hace bien poco el propio Zapatero decía que los sueldos de los funcionarios, ni tocarlos-, aunque habrá que ver cómo sustancia el Consejo de Ministros el próximo viernes estas medidas; ni tan siquiera perderemos un solo momento en recordar la infame campaña del “esto lo arreglamos entre todos” y que ahora suponemos que se convertirá en “esto que lo paguen funcionarios y pensionistas”.
Aunque el dato llamativo sea esa reducción salarial de los funcionarios y la anulación de la revalorización de las pensiones, no hay que olvidar que hay un recorte de más de 6.000 millones de euros en inversión pública, que no solo es hacer carreteras, y que muchas empresas que trabajan para la administración se verán abocadas a su desaparición, ampliando con ello la intolerable lista de parados.
No, éste sindicato, que este año celebra su centenario de existencia, y quizás por eso mismo, por la experiencia, viene actuando -en la medida de sus posibilidades- para frenar la sangría de parados, así como denunciando la complacencia gubernamental con la banca y las grandes inmobiliarias y las pocas ganas de sacar a la superficie ese 25% del PIB que está sumergido, frente a la desidia subvencionada del sindicalismo oficial que hasta ahora no ha encontrado motivos para movilizarse.
CNT cree que si hubiese habido unas movilizaciones previas, porque motivos vaya si los había, el gobierno no se hubiese atrevido a hacer lo que hoy a propuesto ya que, como CNT dice, dado el autobombo que se dan como gobierno de izquierdas con sensibilidad social hubiesen recortado de otros lados y hubiesen buscado ingresos en donde está el dinero; esto es, en la banca, en la bolsa, en los impuestos de sociedades, de sucesiones, en los edge founds, etc. Hay, por tanto, una complicidad sindical -al menos del sindicalismo oficial- en estas medidas que, repetimos, difícilmente se hubiesen llevado a cabo si los sindicatos hubiesen actuado como organizaciones de defensa de los trabajadores.
Para CNT da grima ver cómo la Junta extremeña se ha apuntado ‘solidariamente’ a las medidas aprobadas por el gobierno central, cuando todavía estamos por ver una sola crítica del ejecutivo de Fernández Vara a los que han creado esta crisis. No es Extremadura precisamente, dice CNT, una región con pensiones altas, más bien todo lo contrario, ya que contamos el dudoso honor de estar en la cola, por eso es incomprensible que desde la Junta se apoye la congelación de las pensiones y debería comprometerse a pagar ella la revalorización de las mismas. CNT recomienda a F. Vara que se lea el DOE y donde vea la palabra ‘subvención’ o ‘ayuda’ ya sabe lo que tiene que hacer para sacar dinero y dárselo a los pensionistas extremeños.
Para CNT el coste de la crisis debe recaer sobre los que la han creado, que no son otros que las entidades financieras y las inmobiliarias; pero como no será suficiente para tapar el déficit, CNT propone que el sueldo de los políticos -de todos- sea igual que el de los funcionarios, al fin y al cabo dicen que trabajan para los ciudadanos; la eliminación total de cualquier tipo de subvención a sindicatos, así como la supresión de las liberaciones sindicales, partidos y ONGs; la eliminación de ayudas a las diferentes confesiones religiosas; la puesta en marcha en la Agencia Tributaria y en la Inspección de Trabajo de unidades especiales contra la economía sumergida y, por último, y para que esto no vuelva a pasar, la modificación del Código Penal para que los directivos de las entidades financieras, inmobiliarias y empresas cuyas malas praxis causen un quebranto a las arcas del Tesoro puedan ir a la cárcel.
CNT, por otra parte, considera una equivocación seguir negociando la reforma laboral, que no es sino una concesión a la patronal, puesto que va a suponer la pérdida de más derechos y que un sindicato mínimamente serio no debería hacer. Por ello, CNT seguirá movilizándose allá donde pueda (recordemos que nuestro sindicato es el único que ha convocado una huelga general contra la política del gobierno en un pueblo sevillano -Lebrija-) y hace un llamamiento para que el resto de sindicatos hagan lo mismo.
En Badajoz, a 12 de mayo de 2010