Desde CNT Logroño nos hacemos eco y nos pronunciamos acerca de la noticia que nos ha llegado, sobre el esmerado e incisivo borrado ejecutado, bajo orden del señor alcalde Javier Luis Fernández en San Vicente de la Sonsierra. En la que se ordenó hacer desaparecer una pintura histórica de los años 30 que rezaba “Leed CNT”, uno de los pocos vestigios vivos que recordaban la presencia hegemónica de nuestra organización en el municipio.
La falta de consulta a sus convecinos, el nulo consenso con estos, y la decisión unilateral de su mano altiva, dejan al desnudo el bajo carisma democrático de esta figura en La Rioja alta. Tan implantado por otra parte en todas las comarcas de la provincia.
Poco sorprende esta actitud, de la que de empacho sufrimos en estas tierras tan dadas al ordeno y acatas implícito en los “¿tu no sabes con quien estás hablando?”, en los “algo habrán hecho” y en el “al que la hace la paga.”
Nos gusta poner los temas sobre la mesa, tratar las cosas claras y llamarlas por su nombre. Veamos, arduo y hastiado debate se viene llevando sobre la decisión conjunta y simbólica de retirar calles que hagan reminiscencia, honores y mantengan presente elementos antidemocráticos de tiempos de la dictadura. Tenaces se mantienen los congéneres de partido del señor Javier Luis Fernández en llevar a cabo la desaparición de nombres caligrafiados con sangre, pero distinto es cuando sobre los vencidos se criba.
Parece ser que no recuerdan, si es que alguna vez lo han tenido en su conocimiento, que en su provincia, La Rioja, en cuestión de 4 meses se secuestró, se humilló, se maltrató y finalmente se mató a entorno a 2.200 riojanos y riojanas, que por apuntillar, más de 400 llevaban carnet de nuestra organización.
Por ponerle en contexto al señor Javier Luis Fernández, concretamente en su pueblo, a sangre fría se llevaron de sus casas a 32 personas, personas que terminaron asesinadas. Si eso no es terrorismo, que le expliquen a sus familias el eufemismo. Se repite de nuevo que, 18 de esas victimas eran afiliadas a CNT, de las que Leían CNT.
Nos quieren borrar, como quisieron borrar a nuestros/as compañeros/as, que junto al resto de riojanos se les disparó en sus sienes balas sin pasar por ningún tipo de juicio ni tribunal previo.
Se vulneraron los derechos humanos, se implantó el genocidio. Sistemático y planificado en todo el territorio español. Se acometieron derechos de lesa humanidad amparados por las fuerzas caciquiles locales de la época. Legado y privilegios pasaron en herencia generación tras generación, hoy hijos y nietos los siguen protegiendo. Legado que se traduce en poder local, municipal, comarcal, guardado a buen recaudo, incluso la herencia del poder en grado nacional.
No es de extrañar entonces que cada vez que se pretenda tratar el tema para sanar heridas, curarlas y poder pasar página con el tema resuelto y en sana convivencia, intencionadamente se pretenda generar desprecio al asunto. No, eso no interesa, ya que volver la mira atrás dejaría en engorrosa evidencia, la línea continua que lleva desde aquellas pistolas en la nuca hasta las castas que manejan el poder hoy.
Motivo por el cual blindan toda posibilidad de querer subsanar de una vez por todas aquellos vergonzosos acontecimientos que este año cumplirán 80 años. Blindan así que incluso el más vago intento de la más laxa ley de Memoria Histórica salga adelante ya que apuntaría directamente a sus privilegios.
Insistimos en que nada nos sorprende. Murió su caudillo, 40 años se cumplieron el pasado noviembre, han pasado por ellos todo tipo de pactos, leyes que recortan los derechos, leyes que autorizan la censura, leyes que amparan la represión. Nadie paga factura de lo que aquí aconteció, todavía sin resolverse, ni condenarse por las ordenes institucionales del Estado. Ningún baluarte institucional, por muy abanderado de progresía que esté, se atreve a abrir el melón, melón que se convertiría en Caja de Pandora, ya que desmoronaría las instituciones, pondría en entredicho todos estos años vividos construyendo un proyecto común, definiría los vasos comunicantes entre dictadura totalitaria, monarquía parlamentaria y constitución del 78. En definitiva, saldría a la luz tantísima suciedad que mejor sigue debajo de la alfombra, ya que nos desbordaría.
Cada vez esta democracia se asemeja más a un cortijo de 12 familias, entre las que elaboran una receta y entre las que se comen el pastel.
Pero no caemos en el pesimismo, aún creemos en que se puede hacer justicia, buscar un mundo más justo y más humano siempre ha sido nuestro sino. Nunca hemos tenido interés en pelear por pataleo, únicamente por lo justo.
Entre los resquicios de libertad que aún no nos hemos permitido el lujo de perder es donde nos defendemos y desde donde denunciamos una vez más otra tropelía de los señores feudales de La Rioja.
No guardamos rencor, tampoco olvidamos, pero sobre todo NO LES OLVIDAMOS.
Logroño, 18 Marzo, 2016.
CNT Logroño.
Contacto: logrono@cnt.es