INTERNACIONAL | MARÍA CAMPOS RAMS – PSICÓLOGA
El pasado 29 de junio los líderes de la Unión Europea se reunieron en Bruselas para celebrar una Cumbre Europea y abordar, entre otras cosas, el tema de la “crisis migratoria”.
Sin embargo, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) descartó el 6 de julio que hubiera tal crisis ya que no está habiendo un flujo migratorio con tasas elevadas ni significativas.
El presente gráfico demuestra que no existe la “crisis migratoria” de la que tanto se habla. Además, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) afirmó que
no hay una “crisis migratoria”, sino que hay una “crisis política”.
De esta forma la Cumbre Europea y los pactos realizados han sido marcados fuertemente por una política nacional centrada en el programa electoral de su país. Estos pactos no han sido realizados pensando en la política Europea y menos han ido a la raíz del problema.
Finalmente, se ha tomado la decisión de crear centros controlados para inmigrantes dentro de la UE para separar a los solicitantes de asilo y a los inmigrantes con perfil económico. Cada país elige libremente si abre o no estos centros, cosa que ayudará a lavarse las manos a algunos países como Italia que quiere endurecer su política de inmigración. Además, se quiere estudiar abrir centros en países cercanos a la UE llamados plataformas de desembarque. Sin embargo, estos centros, tanto los controlados en la UE, como los de desembarque fuera de ella, generan muchas dudas y recelos. Pero lo más importante, que es vital tener en cuenta, es que deberían de garantizar los derechos humanos. Cosa que no siempre ocurre cuando se llevan a cabo centros con intención de controlar la inmigración, como en el caso de los CIEs, que vulneran los derechos humanos y que ya existen muchas voces que piden su cierre.
Además, se van a dar 500 millones de Euros al Fondo Fiduciario para África que pretende promover el desarrollo en países de África. Sin embrago, desde su creación en 2015 hasta ahora su aportación ha sido a veces paradójica. Ya que en Libia se cree que este dinero puede ser utilizado en proyectos que no respetan los derechos humanos y en Níger más de la mitad del dinero va destinado a las autoridades locales.
En conclusión, no existe crisis migratoria en Europa aunque sí una crisis política que genera reticencias a la hora de llegar a acuerdos internacionales y de abordar los
conflictos africanos desde la raíz, parar las guerras, fomentar gobiernos estables y democráticos y promover los derechos humanos. En general, sería conveniente llevar a cabo políticas que protegieran a todos los seres humanos a nivel global, ya que hoy en día el mundo se mueve mediante una economía mundial que permite a las empresas comprar y vender productos en todo el mundo. Sin embargo, todavía hay un desfase entre la economía mundial y la política centrada en los programas estatales de cuatro años o menos que no sirven para generar un cambio profundo y a largo plazo.