CNT A FONDO: Federación Local de Santander
En los últimos años, CNT ha recuperado presencia sindical en diferentes localidades donde no estaba presente, incluidas capitales de provincia y autonómicas. Es el caso de la Federación Local de Santander, que exponen la situación de su sindicato a través de sus afiliados Robert Mújica, Roberto Palomo, Manel San Emeterio y José Luis de la Cima. Respectivamente transportista, carpintero, músico y programador, lo que da una idea de la diversidad de oficios que acoge este sindicato cántabro.
Eduardo Pérez – Periódico cnt
¿Cuál ha sido la trayectoria del sindicato en los últimos años?
El sindicato de Santander se creó entre algunos compañeros que militaban en Torrelavega, pero que residían en Santander, y otros compañeros llegados de otros puntos de la península, como Sevilla y Madrid. Estaban animados por el interés mostrado por algunos ciudadanos de Santander en afiliarse a una federación local y la necesidad de extender la presencia de la Confederación a la capital de Cantabria.
¿Ha habido recientemente algún conflicto laboral o actividad en alguna empresa que destaque entre las demás?
No contamos aún con ninguna sección sindical en empresas, aunque desde los diferentes puestos de trabajo se realiza una labor de propaganda y concienciación. Los últimos conflictos, por cierto resueltos con éxito, han sido en el sector de la hostelería, que desde el derrumbe de la construcción es el sector laboral predominante en Santander. Así mismo, siguiendo los principios que caracterizan a nuestra organización, constantemente realizamos acciones en solidaridad con aquellas otras luchas que afronta la CNT; “Aqualia”, “Maripaz”, “Vinci”, etc.
¿Tiene el sindicato alguna política de expansión en algún sector concreto?
En Santander luchamos contra una marcada falta de concienciación obrera. Hemos realizado campañas de información sobre sus derechos, entre el colectivo de inmigrantes que trabajan en la construcción, y entre el colectivo de desempleados y desempleadas, que en este momento son los dos colectivos que consideramos más indefensos y desinformados.
¿Cuáles diríais que son los aspectos más positivos y más negativos de vuestro sindicato?
Algo muy positivo es la diversidad de actividades que realizan los afiliados a este sindicato, lo cual permite que estemos presentes en la lucha y en la vida social desde diversos frentes. La militancia es casi absoluta en relación al número de afiliados, y se tiene una clara percepción, tanto de las obligaciones que se adquieren, como de los valores que representamos. Nos sentimos orgullosos y orgullosas de que, tanto en los actos que organizamos como en aquellos en los que colaboramos, quede claro, al observarlo, qué significa nuestro funcionamiento: unión, acción y autogestión.
Contamos con un nuevo local de dos plantas, con salón de actos donde ya hemos empezado a desarrollar actividades destinadas a dar a conocer la historia y el presente del movimiento libertario. Aprovechamos desde aquí para invitar a todos y todas a las actividades que desarrollaremos dentro del otoño libertario y que en breve daremos a conocer.
Algo que claramente debemos mejorar es una mayor presencia en los tajos y despertar un mayor interés por parte de la clase trabajadora en nuestros métodos. Confiamos en que nuestra labor de propaganda y nuestra presencia en las diferentes luchas sociales terminará por dar sus frutos.
¿Cómo definiríais el ambiente de conflictividad sindical o/y obrera en vuestra ciudad?
Debido a la naturaleza conformista y a las características del sector turístico y hostelero de esta ciudad, la conflictividad laboral brilla por su ausencia. La “paz social”, aunque sea a costa del silencio ante los abusos, aquí es una triste realidad. El sindicalismo “institucional”, abrumadoramente masivo, evita el conflicto con las empresas, cuando no colaboran directamente en el abuso patronal. El mayor número de consultas laborales que atendemos se debe a la fundada desconfianza de los trabajadores en la defensa de sus derechos, ejercida por sus tradicionales “sindicatos”. Efectivamente estamos hartos de ver como los trabajadores y trabajadoras son traicionados por dichos sindicatos, pero que paradójicamente se niegan a abandonarlos.
¿Tenéis algún tipo de relación con otras fuerzas sindicales locales?
Colaboramos puntualmente con otros sindicatos alternativos. Estamos abiertos a la unidad de acción en defensa de la clase trabajadora siempre y cuando sea desde la lealtad y la sinceridad.
¿Cómo veis el panorama local en cuanto a agitación social –más allá de la lucha sindical-?
Desde un comienzo, en Santander hemos intentado entablar una buena relación con aquellas organizaciones de carácter sinceramente transformador y revolucionario. Más allá de las evidentes diferencias ideológicas de base que puedan existir, el espectro político y sindical de esta tierra no nos permitiría, de otra manera, estar presentes con la fuerza necesaria en algunas luchas y escenarios que consideramos imprescindibles. Con dichas organizaciones mantenemos contacto y colaboramos en acciones de protesta y solidaridad por distintos motivos, como las revueltas en Grecia, la intervención de la OTAN en Libia, etc.
¿Cuál es la política del poder regional y local hacia la clase obrera?
Tanto en el Gobierno regional como en el Ayuntamiento de Santander, desde el final de la dictadura ha gobernado la derecha más rancia, ya sea la derecha española o la derecha regionalista. Dicha subclase política gobierna para los sectores económicos con más influencia, mientras las medidas encaminadas a mejorar las condiciones de la clase trabajadora son prácticamente inexistentes.