SINDICAL | Xixón (Asturias) | Fotos de CNT Xixón | Extraído del cnt nº 428.
Asturies está saliendo de una reconversión que transformó el mercado laboral y descolocó a la clase trabajadora y, sobre todo, a los sindicatos. A todos, sin excepciones, CNT incluida. Después de siglo y medio de minas y fábricas y de un movimiento obrero con una fuerza enorme, llega el desmantelamiento de la industria y la promesa de «La Reconversión» que algunos entienden como «reindustrialización».
Reindustrialización que nunca llegó y que algunos convierten en la nueva utopía asturiana, por la que sollozan entre nostalgias de tiempos mejores con más de mito que de otra cosa. Mientras, la nueva industria, la hostelería, se abre paso arrasando en Xixón y en los pueblos y ciudades más turísticos de Asturies. Haciéndose industria hegemónica y generando una cantidad desorbitada de beneficios para los empresarios, deja en unas condiciones lamentables a sus trabajadoras. Ignoradas por los sindicatos, solamente CNT se ocupa en esta ciudad, y prácticamente en toda la región, de pelear por unas condiciones de trabajo dignas en el sector.
Y así llevamos unos años dando guerra a pequeños y grandes empresarios hosteleros, con algunas victorias bastante notables.
Recientemente el juicio de La Suiza ha sido para nosotrxs un punto de inflexión. Pero más allá de eso, nos ha servido para sacar a la luz varios asuntos. En primer lugar, hay quienes interpretan que solo las plantillas numerosas pueden sacar sus conflictos a la calle. Esto no daría más de sí si no fuera porque se usó para dar a entender que la CNT solo asume conflictos en negocios pequeños. Esto es algo que nadie se atrevería a comentar si pasara por nuestros sindicato: cualquiera de las trabajadoras que han pasado por él pueden dar fe de que nunca hemos tenido en cuenta si se trata de una empresa pequeña o una empresa grande. La explotación es explotación, se dé en la escala en que se dé.
Por otra parte, donde otros ven conflictos individuales (una persona en un bar, otra en un restaurante, luego una sidrería… ), nosotras vemos un único conflicto que tiene que ver con la precariedad laboral. Esta se expresa casi siempre en horas extras no pagadas ni compensadar, jornadas fuera de contrato o personas contratadas como ayudantes sin que haya nadie a quien ayuden, solo por comentar algunos de los casos más básicos. Y por supuesto, el convenio es palabra tabú. Algunos de estas situaciones las vivimos y resolvimos, por citar un ejemplo, con miembros de la directiva de OTEA (la patronal hostelera de Asturies) que tenían nada menos que dieciséis establecimientos (caso de La Botica Indiana).
Donde otros sindicatos ven conflictos individuales (una persona en un bar, otra en un restaurante, luego una sidrería… ), nosotras vemos un único conflicto que tiene que ver con la precariedad laboral y con un sector laboral en concreto.
Retomando el hilo de La Suiza, se dijo en el juicio que habíamos hostigado al empresario y que qué nos parecería que viniera alguien a nuestra casa a hacer lo mismo. Esta es otra confusión muy frecuente: la CNT no va a casa de nadie. Va a centros de trabajo. Es algo bastante recurrente oír eso de «en mi casa no entra un sindicato», «en mi casa los horarios los pongo yo» o «en mi casa no me vais a decir lo que tengo que hacer». También es frecuente oír eso de «en esta empresa somos como una familia», «aquí hay que arrimar el hombro por la familia» y cosas similares. Pero ni el centro de trabajo es la casa de nadie ni las trabajadoras son familiares del empresario (o al menos, no la mayoría de veces). La relación entre trabajadoras y empresarias es una relación laboral y por mucho que duela, ahí tienen vigencia el Estatuto de los Trabajadores, la Ley Orgánica de Libertad Sindical y los convenios colectivos.
También se comentaron cosas acerca del recorrido legal de las reclamaciones. Nosotras como sindicato nunca tenemos en cuenta este recorrido legal. Un trabajador puede estar reclamando un número de horas extra que no figuran en los registros horarios (muchas veces falsificados). Tal vez en este caso no haya un gran recorrido legal, pero desde luego sí que tiene recorrido sindical. De una vía se ocupa el equipo jurídico; de la otra, el sindicato. A propósito de esto, se suelen ver ciertas contradicciones: por un lado, se insiste en aclarar que un sindicato no es un juzgado y, por otro, se nos pide en numerosas ocasiones que llevemos a cabo prácticamente una fase de instrucción. ¿En qué quedamos? Por nuestra parte, ya nos ha pasado que un compañero o compañera llegue al sindicato, nos diga que le deben X horas extra, que lleva dos años sin disfrutar de vacaciones, el jefe insulta y trata a sus empleadas de cualquier manera y cuando vamos a hablar con la empresa, nos recibe con insultos de desprecio y actitud prepotente. Señoría, ahí termina para nosotras la fase de instrucción: no necesitamos más pruebas.
Si algo aprendimos en este tiempo es que juntas y presionando se puede ganar. Siempre se habla de que «en la hostelería no hay conciencia de clase» y cosas por el estilo. Pero lo que vemos en el día a día es que, ante un conflicto en la hostelería, la gente se solidariza y deja de consumir. Como se dijo al principio, es la industria hegemónica en Asturies y, por lo tanto, todo el mundo tiene a alguien próximo trabajando en el sector y todo el mundo sabe lo que hay. Quien no encuentra solidaridad aquí es que no la busca, pues sale sola.
Parece claro que el futuro de la clase trabajadora asturiana está en la hostelería. Por ello, nos hemos propuesto poner el sector patas arriba hasta conseguir que todas las traajadoras tengan unas condiciones dignas y puedan aspirar a una vida en condiciones. Aunque para eso hay que poner patas arriba el sistema y por algún lado hay que empezar. Pero como ya dijeron hace años: «Nos estamos acercando».
Última hora: Al cierre de este cnt, nos llega la injusta sentencia que sanciona con tres años y medio de prisión a los 7 compañeros de CNT por el «caso La Suiza». Nuestra solidaridad con los encausados. Seguiremos informando en nuestra web y en el siguiente número.