PALABRAS ECONÓMICAS | Extraído del cnt nº 427.
Nacionalismo y cultura (1937) de Rudolf Rocker es una de las obras más significativas del anarquismo, junto a Teoría y Práctica del anarcosindicalismo (1938) del mismo autor, que de una forma inteligente y sencilla explica que todos los derechos laborales y las conquistas sociales, económicas y culturales han sido y son productos de la capacidad organizativa, social, sindical e ideológica de la clase trabajadora. Y que su mantenimiento, desarrollo y conquista de nuevos progresos en la transformación social por la justicia económica y social, y de la lucha por la libertad y la igualdad real, solo depende de esta capacidad de actuación de la propia clase trabajadora.
De esta forma Rocker daba continuidad a la obra del precursor del anarquismo P.J. Proudhon en La capacidad política de la clase obrera (1864) y, con ellos, el anarquismo y el anarcosindicalismo actuales siguen afirmando que «la emancipación de los trabajores/as será obra de los trabajadores/as o no será». La obra constructiva cumbre de la clase obrera la constituye la Revolución Social de las colectividades libertarias en España de 1936, obra de la capacidad organizativa, de lucha e ideológica de la clase trabajadora en la organización anarcosindicalista CNT, en la organización anarquista FAI, en la organización de la FIJL (Juventudes Libertarias), Mujeres Libres, Ateneos Libertarios, Escuelas Racionalistas, y cientos de organizaciones diversas de ideología anarquista.
Ni uno solo de los derechos conseguidos procede de la acción política del poder ni desde el poder de los gobiernos o de los estados. Todo lo contrario, la supresión y represión de los derechos de la sociedad solo procede del poder, de los gobiernos, de los estados.
La actuación ideológica de combate de las Ideas desde la ciencia y la razón, la cultura y el conocimiento cierto de las cosas, la difusión de un pensamiento libertario y abiertamente anarquista, es una tarea primordial en la conquista de nuestros derechos laborales en toda su extensión. La historia de las ideologías es la historia de la lucha de clases, y la interpretación de la historia también forma parte de la lucha de clases (Interpretación de la Historia, 1960, Gastón Leval).
