Para el
próximo 1º de mayo, la CNT de Zaragoza convoca una manifestación que
saldrá a las 11:30 de la Plaza de San Miguel, para terminar en la Plaza
Reina Sofía. A continuación, reproducimos el comunicado elaborado
con motivo de esta fecha:
Tras más de dos años que llevamos los trabajadores sumidos de
lleno en la crisis económica, se acerca una vez más el 1º de mayo.
Llegamos al día de los trabajadores, y lo hacemos con un panorama
todavía peor que el del año pasado, que a su vez ya fue notablemente más
duro que el anterior. Es decir, que mientras para banqueros, grandes
empresarios y burócratas, sean políticos o sindicales, la crisis se
queda en noticias que a duras penas les afectan, los trabajadores
seguimos cuesta abajo y sin frenos. Y por si esto fuese poco, se nos
presentan en el horizonte nuevas agresiones contra nuestros derechos;
nuevos recortes que aún han de empeorar más nuestras actuales
condiciones de vida.
Con más de cinco millones de parados,
con decenas de miles que no cobran ya ninguna prestación (esos para los
que los mass-media se reservan el eufemismo de “parados de larga
duración”, que encubre realidades de auténtica agonía y miseria) sólo en
Aragón, no se les ha ocurrido mejor idea a las instituciones (gobierno,
patronal y sindicatos oficiales) que poner sobre la mesa una nueva
reforma laboral. También hemos oído estos días hablar de reformas del
sistema de pensiones, de incrementos de impuestos indirectos (esos en
los que paga lo mismo un multimillonario que un obrero mileurista, pese a
la diferencia en sus respectivos ingresos) y, en fin, de una larga
retahíla de abusos contra los de siempre: los que hemos generado la
riqueza de este país cuando las vacas eran gordas, y somos relegados a
situaciones de apuro, necesidad e incluso extrema pobreza cuando las
vacas se vuelven flacas.
Parémonos a pensar un momento: ¿hemos
generado la crisis los trabajadores? ¿somos responsables de alguna forma
de esta debacle económica? De ninguna manera. ¿Por qué, entonces, somos
nosotros quienes la pagan, una vez más?. Todos los Estados de los
llamados países “desarrollados”, entre ellos el español, han dilapidado
miles de millones de euros en operaciones de salvamento a la banca, han
condonado deudas a grandes magnates (Díaz Ferrán, presidente de la CEOE,
sería el ejemplo más cercano para nosotros), etcétera. Ese Estado que
habla de la necesidad de “austeridad” en estos tiempos que corren, es el
mismo que continúa gastándose sumas ingentes en subvenciones para
partidos políticos y sindicatos, en lugar de dedicar ese dinero a la
satisfacción de las necesidades más acuciantes de quienes menos tienen,
como podrían ser la total cobertura con fondos del erario público de
alimentación y vivienda para todos.
Queda suficientemente demostrado con
este pequeño resumen, pues, que dinero hay, y de sobra. El problema, es
que ese dinero se lo están repartiendo una vez más entre los mismos de
siempre, que son además los responsables directos de la crisis que
estamos sufriendo. Dicho de otra forma, nos están expoliando a los
trabajadores como nunca antes en varias décadas se había visto, tanto a
nivel nacional como internacional.
Y por si fuera poco con lo que ya hay,
como decíamos al principio se avecinan reformas que todavía agudizarán
más esta dramática situación. Se pretende impulsar el famoso “contrato
de fomento del empleo”, que reduce la indemnización por despido
improcedente de 45 días/año a sólo 33. Además, gobierno y patronal han
tenido el descaro de proponer que el FOGASA costee una parte de estas
indemnizaciones. Dicho de otra forma: se pretende que los trabajadores
paguemos nuestros propios despidos. Se pretende reducir en dos puntos la
cotización de las empresas a la Seguridad Social. Se ha lanzado el
globo sonda del posible retraso de la edad de jubilación a 67 años, que
antes o después se hará realidad.
Para estos señores se trata, en suma,
de “flexibilizar” un poco más el mercado laboral. Se trata de mermar
todavía más el poder adquisitivo de los trabajadores, de reducir las
prestaciones sociales, de hacernos trabajar más por menos. Todo ello con
la aprobación y la complicidad de CCOO y UGT, de quienes ya no es
necesario demostrar que llevan más de treinta años haciendo cumplir los
deseos institucionales de paz social y desmovilización, que nos han
dejado a los trabajadores sin herramientas para defendernos, en lugar de
preocuparse lo más mínimo de defender los derechos y la dignidad del
conjunto de la clase obrera.
¿Qué nos queda a los trabajadores?
Es
evidente que cuesta dar con formas efectivas de oponer resistencia a
estos atropellos. Cuesta, porque desde la llamada “Transición” se nos ha
habituado a un modelo de organización sindical que es herencia directa
de la CNS franquista, en la que la corrupción campa a sus anchas, en la
que mediante el sistema de subvenciones los sindicatos dependen
directamente del Estado, en lugar de ser organizaciones autónomas y bajo
control de aquellos a quienes supuestamente deben defender: los
trabajadores.
La CNT plantea a todo esto una alternativa: la del
anarcosindicalismo. Una propuesta organizativa que rompe con el
sindicalismo tradicional, que dice NO a las subvenciones para garantizar
la propia independencia, que dice NO a comités de empresa y elecciones
sindicales porque en la empresa potencia la sección sindical y la
asamblea de trabajadores como garantía de que no se habrán de firmar
acuerdos que vayan contra nuestros intereses, y que dice NO a los
ejércitos de liberados sindicales que supuestamente se encargan de velar
por los intereses de los trabajadores, cuando en realidad constituyen
una nueva clase social más preocupada de los suyos propios y que en
muchas ocasiones directamente desconoce la situación de sus teóricos
defendidos.
Una propuesta organizativa que se fundamenta en los principios
de solidaridad y apoyo mutuo, que da plena cobertura a quienes quedan
en situación de necesidad por estar inmersos en luchas sindicales, y que
rechaza de plano hacer concesión alguna cuando se emprende un conflicto
laboral. Una propuesta organizativa, en resumen, que ha demostrado en
los últimos años que funciona, que da resultados y que es tanto más
efectiva cuanto mayor es el número de trabajadores que se le suman.
Estamos
viviendo una situación en la que la patronal, al amparo de gobierno y
sindicatos mayoritarios, va a tratar de llevarnos a condiciones de
semiesclavitud. Ante esto, sólo te queda una alternativa:
ORGANÍZATE
Y LUCHA CON LA CNT
ACUDE A LA MANIFESTACIÓN DEL PRIMERO DE MAYO