Después de sudar la camiseta y hacer reír a carcajadas a una
sala abarrotada para ver a Pepe Viyuela representar su obra Encerrona durante los actos culturales del XI Congreso de la CNT, aún con
ánimos, Pepe nos regala unas efusivas palabras que revelan una
vivencia familiar relacionada con la CNT en la guerra y para colofón, apuntilla unas palabras de ánimo al
anarcosindicalismo.
Fotografía: Carlos Martín
Nos describe con entusiasmo las vivencias de su abuelo
Gervasio Viyuela Inza, “Para mi, CNT es mi
abuelo”, cuya memoria ha tenido que investigar, ya que en casa nunca se
habló de ello. “Es ilusionante ir
conociendo la vida de mi abuelo, su manera de vivir, de pensar…”, dice con
gesto emotivo. Pepe relata las peripecias de un abuelo implicado en la
militancia confederal de los años 30 y como terminó exiliado en un campo de
refugiados francés después de participar en la batalla de Belchite y del Ebro
como sargento de un batallón de ametralladoras.
Quisimos saber la opinión que le merecía el sindicalismo
actual, a lo que respondió que CNT es uno de los sindicatos que resultan
creíbles. Según Pepe, la falta de confianza en las instituciones y en los partidos políticos demuestra la
honestidad de CNT, convirtiéndola en el único sindicato realmente
aceptable. Dice que para la opinión
profana se podría llegar a pensar que los libertarios son radicales, pero no
que haya falsedad o corrupción, lo que de alguna manera produce cierta
identificación con las ideas. “CNT es una fuerza sindical importante y
coherente”, asevera, y mantiene que estas siglas tienen un rigor que hace
que sus principios valgan la pena.
Al término de la entrevista comentábamos con él la
importancia que tiene el humor para alcanzar la libertad y también como
herramienta de lucha para hacer frente al autoritarismo. La risa es una
necesidad básica para reconstruirnos al mismo tiempo que vehículo de sátira
contra el poder.