El día 9 de junio vuelven a reunirse la patronal y los ministerios sindicales de UGT y CCOO
con objeto de negociar la reforma laboral. Una reforma laboral pactada
a espaldas de los trabajadores, recortando una vez más –y van muchas
desde los Pactos de la Moncloa– históricas conquistas obreras. Esta
nueva reforma pretende abaratar todavía más el coste del despido y
hacerlo más libre eliminando la tutela judicial efectiva. Una
huelga sectorial como la convocada el día 8 de junio, sólo para los
empleados públicos, no puede dar solución a la situación de recortes
sociales generalizados como: parados (los más afectados),
precariedad laboral, accidentes de trabajo, jubilaciones, personas en
situación de dependencia…
Para frenar estas dramáticas
situaciones el gobierno debería comenzar por recortar privilegios al
caciquismo económico y político dominante, privilegios como los 250.000
millones de € que el Estado ha puesto a disposición de la banca para
sanear el sistema financiero; los 2.500 millones de € que se gastarán
este año en comprar aviones de combate, helicópteros y tanques, y los
700 millones de € que se gastan al año en mantener las tropas
militares en Afganistán; los 7000 millones de € que el Estado dará a
la Iglesia Católica; o los más de 16 millones de € con los que el
gobierno subvenciona a los sindicatos del régimen.
Ante unas agresiones de tan ingente
magnitud contra la clase trabajadora y los más desfavorecidos de esta
cruel sociedad capitalista, una huelga sectorial no es suficiente.
A LA HUELGA GENERAL EN DEFENSA DE NUESTROS DERECHOS Y NUESTRA DIGNIDAD