El pasado martes 30 de julio CNT Comarcal Sur Madrid convocó a los medios madrileños para dar a conocer el informe sobre actividad sindical en el curso 23/24. Intervinieron en el acto Garazi García, como Secretaria General del sindicato, Israel Sánchez, Secretario de Sindical, y Mario Aragón, técnico sindical.
El informe no se limita a glosar la actividad sindical del sindicato en un curso en el que se han creado nuevas secciones sindicales y se han desarrollado numerosos conflictos laborales, incluyendo varias huelgas; el informe también marca las líneas de actuación y estratégicas en el contexto del aumento de la precariedad. No entendemos la actividad sindical sin fijarnos en cómo esta precariedad y desigualdad afecta a los sectores feminizados, así como a los racismos estructurales y la violencias LGTBfóbicas tan presentes en las relaciones laborales.
La lucha contra la precariedad es el eje de nuestra actividad sindical
La clase trabajadora se empobrece y las medidas que adoptan los Gobiernos y las instituciones son totalmente insuficientes para frenar esa precarización y ese empobrecimiento. La tasa de riesgo de pobreza o exclusión social AROPE se ha incrementado en el último año y alcanza al 26,5 % de la población residente en España, es decir, en términos absolutos, unos 12,7 millones de personas están en situación de riesgo de pobreza. Para Madrid, la tasa es d un 20,3%, Comunidad donde existe una gran cantidad de personas trabajadoras que son consideradas pobres.
La Comunidad de Madrid, que dispone de los salarios más elevados, encabeza el ranking de las comunidades con mayor brecha salarial, con un 14,6%. Los hombres han percibido un salario medio estimado de 37.735€, mientras que el de las mujeres ha sido de 32.317€, es decir ellas han cobrado 5.418€ menos.
Creemos que la precariedad de la vida hay que entenderla en su totalidad. Hemos optado por promover luchas que trascienden el ámbito del empleo, tenemos toda la determinación para entender el trabajo en su totalidad y afrontar la precarización de la vida
Por todo ello, el eje vertebrador de las luchas ha sido luchar contra la precariedad de diferentes formas y sectores. El incremento de la organización sindical entorno a la precariedad nos ha hecho adoptar nuevas acciones y propuestas de actividad sindical.
La huelga como herramienta de lucha colectiva
Se ha incrementado el número de luchas y secciones sindicales, con presencia en 38 empresas y con 50 procesos de lucha en el ámbito laboral
Pero este curso ha supuesto un cambio de paradigma para CNT Comarcal Sur Madrid dado el aumento de la huelga como confrontación a la patronal y en lucha para la mejora de las condiciones laborales. Empezamos el año con la convocatoria de una huelga y lo hemos cerrado con otra. Hemos participado activamente, y en primera fila, en las importantes jornadas de huelga en la educación pública, la huelga en Homeserve , o los más recientes éxitos con los paros en Samur Social y la convocatoria de huelga indefinida en Grupo5-Equipos de Calle y PUE.
Nuestro objetivo es que la lucha y las huelgas sean efectivas, desarrollar formas de lucha que supongan la máxima presión a la patronal y las consecuencias más leves para la clase trabajadora
Aumento de luchas en los sectores feminizados
Hemos aumentado la afiliación de mujeres hasta el 51,5%. El número de secciones sindicales en sectores feminizados supone 77% de las en este curso sindical. También hay que destacar que el 47% de las secciones sindicales están representadas por delegadas sindicales. De las cincuenta luchas en el ámbito de empresa, 31 han sido en sectores feminizados, lo que supone un total del 62% de las luchas, destacando sectores como educación, intervención social, empleadas del hogar o limpieza
A las y los trabajadores lo que nos queda es la organización y la lucha.
Para CNT Comarcal Sur Madrid la prioridad principal de este curso ha sido la de alimentar la idea de que era necesario movilizarse y organizarnos en los centros de trabajo y los barrios. Nuestra tarea ha sido organizar esas luchar, contribuir a multiplicar las secciones sindicales y las movilizaciones. Los datos del informe corroboran que esa activación de las luchas sindicales es una realidad. Los mensajes que se están enviando a través de todas estas luchas que están abiertas son muy claros: queremos salarios dignos, lucharemos contra la precarización del empleo, no vamos a permitir las brechas que se generan en las relaciones laborales según tu origen, tu género o tu orientación sexual.
Y lo estamos haciendo, poniendo en práctica nuestro modelo anarcosindicalista. Un sindicalismo que tiene en cuenta la diversidad de la clase trabajadora, practicando un sindicalismo feminista, desde un antirracismo político, horizontal y basado en el apoyo mutuo. Este sindicalismo conlleva una renovación de las estrategias y formas de lucha.