Cuando estamos a punto de que se cumplan los 3 meses de la huelga convocada por las trabajadoras y trabajadores que prestan servicio en la piscina municipal Acidalio Lorenzo, actualmente contratados por la empresa Soluciones Técnicas Canarias – SOTEC, la situación es poco menos que kafkiana, pues nos encontramos que los huelguistas quieren trabajar, pero nadie, ni ayuntamiento ni empresa, dan los pasos necesarios para que lo puedan hacer.
De este modo, la empresa se encuentra actualmente en concurso de acreedores, y ni el titular de la empresa ni el administrador concursal han tenido a bien reunirse con la plantilla…Tan sólo unos mensajes de correo electrónico y otros de Whatsapp es la única comunicación que ha habido entre trabajadores y empresarios, y todo ello sin que se hayan hecho propuestas para solucionar el problema que, recordemos, es el reiterado impago de salarios, en algunos casos desde diciembre, en otros desde febrero, e incluso hay otro en el que se adeuda a una trabajadora salarios de tramitación desde octubre.
Por otro lado, los esfuerzos de la plantilla se han dirigido a intentar que el ayuntamiento de Santa Cruz aportara una solución con el objetivo de que se asegurara su subrogación y que se abriera la piscina a clubes y público en general cuanto antes, pero si bien parecía que ésto estaba encaminado con la anterior corporación, a día de hoy todo son dudas, pues la concejala de Deportes, con la que se mantuvo una reunión al poco de su toma de posesión, no ha dado información alguna de cómo está el asunto, y por ahora sigue sin darla. Lo mismo sucede con el sr. alcalde, al cual se le solicitó un encuentro hace unas semanas, sin que se haya recibido respuesta.
Todo lo anterior genera una situación de intranquilidad de los trabajadores y trabajadoras, quienes se sienten totalmente ignorados y abandonados, pues ni la empresa ni el ayuntamiento dan respuesta a sus demandas, que se reducen tan sólo a cobrar los meses adeudados y a que se asegure que van a ser subrogados. Mientras tanto, clubes y usuarios de la piscina municipal ven la puerta cerrada de esta instalación y, con razón, reclaman su apertura en redes sociales y medios de comunicación pero, desgraciadamente, pocos hacen mención a que hay 7 personas, 7 familias, que están en una situación precaria y sin saber cual es el futuro que les espera cuando ya creían tener un puesto de trabajo fijo.