Los ricos y su fulgor
Hieden
A costra de menjunje
A plato retacado de especias
A vinagre de copas escanciadas
Que olvidaron a la mitad del brindis
Porque les sirvieron otra
Hieden
A cataplasma
De esos untos para que nada duela
Nada les afecte
Solo o combinado con su PROSAC
Hacen como que les divierte el mundo
Y platican del próximo y reiterado viaje
A Egipto a Tailandia al Muro de los Lamentos
A Montecarlo al Vaticano o a Eurodisney
Hieden porque los persigue su ser
Ahí coleccionan
Toda suerte de anécdotas maquilladas
El éxito logrado en cada gesto
Que les suprimió el Botox
Cada paso sin descalzarse
Cada arrojo de billetes
Que los hizo héroes de un safari
Del que quedan pruebas disecadas en su contra
Y fotos con trofeos horrendos
Ah las colonias
Los enjuagues de pelo y los bucales
Los desodorantes
Los lápices de labios o de cejas
Para adelgazarlas según el dictado
Las cremas y lociones
Para después de rasurarse las verijas
Ah los puros y el coñac
Con todo ese vaho
Esos rocíos más enérgicos que el smog
O el alquitrán
Sobre el moho que los enroña
Hieden
Los cadáveres exquisitos
Hieden.