El compañero Pepe nos ha dejado. Duro golpe el que recibimos porque no solo nos deja un militante, un luchador, nos deja un amigo. Quién conoció a Pepé sabe que era tozudo, capaz de desesperar a cualquiera en el fervor del debate, pero a pesar de eso también debe saber que lo compaginaba con una militancia constante, porque Pepe no era un charlatán. Atrás quedaron la huelga de la contrucción en Barcelona en los 80 donde militó durante algunos años y la lucha contra el trasvase del río Guadalfeo en el que participó junto a sus compañeros del sindicato cuya creación fue promotor, el SOV de Vélez de Benaudalla. Nunca falló a ningún acto, ya fuesen charlas, manifestaciones, piquetes, etc.
Desgraciadamente no pudimos acompañarlo en sus últimos días ya que su corazón se paró repentinamente el pasado día 18, enterándonos unos días después. A pesar de ello la familia respetó sin dudarlo sus ideas y esparció sus cenizas entonando ese himno que siempre llevó Pepe en sus entrañas, «A las barricadas». Esperamos poder homenajearlo nosotras también como merece.
Que la tierra te sea leve ¡COMPAÑERO!