El INAEM, organismo público estatal encargado de proteger y fomentar la danza, el teatro, la música y el circo (y al que pertenecen las compañías nacionales de dichas disciplinas), debería ser un referente en lo artístico pero por supuesto, también en lo laboral.
Sin embargo, la actual dirección está demostrando que su empeño está más encaminado a proteger y fomentar las malas prácticas laborales que los trabajadores y trabajadoras de la cultura sufrimos en la empresa privada, que de proteger a los verdaderos creadores de cultura.
Después del comunicado de nuestra sección sindical en el INAEM sobre los abusos en la Bolsa de Empleo, tenemos que ofrecer nuestra solidaridad y fuerza a los trabajadores del Ballet Nacional y denunciar las injusticias que están sufriendo.
Estos compañeros y compañeras artistas encadenan contratos temporales a pesar de las siete sentencias judiciales que en los últimos años ya han fallado a favor de la naturaleza indefinida de su contratación.
La actitud de cerrazón y falta de diálogos y hechos de la dirección del INAEM, ha obligado este año a los compañeros a intensificar su lucha por unas condiciones dignas y convocar unas jornadas de huelga masivamente secundadas por los bailarines, músicos y cantaores del Ballet Nacional.
Ahora, y de cara al nuevo curso, la dirección del INAEM, en vez de sonrojarse por llevar a sus artistas a esta situación y empezar a obrar de manera justa y legal, opta por profundizar en su actitud de empresaurio de compañía de variedades: Convoca plazas temporales en el Ballet Nacional (casualmente la CND se libra) a través de audiciones para el nuevo curso, pruebas que los actuales trabajadores ya superaron para su acceso a la compañía. Esta convocatoria no tiene otro fin que servir de excusa artística para la purga laboral de todos los trabajadores y trabajadoras que se han plantado para defender sus derechos.
Desde CNT Gráficas, Comunicación y Espectáculos llamamos al resto de profesionales del sector a demostrar su solidaridad y no participar en esta pantomima, boicoteando las audiciones del INAEM.
Los puestos de trabajo ofertados ya tienen dueños. Presentarse es hacer el juego chantajista de la dirección del INAEM y perpetuar la precariedad en la artes.
