En la tarde de ayer volvimos a soportar la presión y humillación durante otra de las redadas policiales para la detención de migrantes en nuestro barrio. En esta ocasión el dispositivo policial en la plaza de Tirso de Molina fue incluso más abundante de lo habitual, llegando a cortar las calles aledañas a la plaza antes y durante las detenciones. El espectáculo que ofrecieron fue deleznable, rodeándonos con personas armadas en cada una de las calles que daban a la plaza, intimidando con su presencia a todos los vecinos y vecinas que por allí transitábamos.
Lo que estas personas armadas tienen que empezar a entender es que lo que nunca podrán detener es el impulso de un barrio que ni les llama ni les quiere en sus calles. Cada vez somos más las personas que estamos perdiendo el miedo a ser detenidas o maltratadas por reclamar nuestros derechos frente a estos atropellos continuos en nuestras calles y no vamos a dejar de mostrar nuestra solidaridad y apoyo con nuestros/as vecinos/as migrantes. En la tarde de ayer, compañeros/as y vecinos/as nos reunimos frente a estas fuerzas armadas y les recriminamos su actuación, exigiéndoles que se marcharan al grito de “no son delincuentes, son nuestros vecinos” y “ningún ser humano es ilegal”.
Lavapiés vuelve a dejar muy claro que no quiere que continúen estas identificaciones y detenciones de personas migrantes en sus calles. Lavapiés no quiere ver personas armadas frente a la puerta de sus casas. No vamos a tolerar el racismo en nuestro barrio y no cesaremos en nuestro empeño de mostrar nuestra solidaridad y apoyo con los vecinos migrantes detenidos. Ayer volvieron a llevarse a otros dos y si nos tocan a uno/a nos tocan a todos/as.
Ninguna agresión sin respuesta.
¡Vecino, vecina! ¡No tengas miedo!
¡Muestra tu rechazo a las redadas en nuestros barrios!